Nicola Adams, la primera campeona olímpica de boxeo femenino en Londres en 2012, que había repetido triunfo en Rio en 2016, anunció este miércoles el fin a su carrera, preocupada por conservar la integridad de su visión.
En una carta abierta dirigida a su diario local, el Yorkshire Evening Post, la deportista de 37 años explicó que había decidido colgar los guantes, después de que los médicos la advirtieran que su visión se vería definitivamente dañada si continúa boxeando.
«Se me ha dicho que todo nuevo impacto sobre mi ojo conllevaría muy probablemente daños irreparables y una pérdida de visión permanente. Colgar los guantes ha sido una decisión difícil, pero nunca me he sentido tan afortunada, y estoy orgullosa del camino recorrido por este deporte», declaró Adams, considerada como una de las pioneras del boxeo femenino.
Tras su título olímpico en Londres en 2012 en la categoría del peso mosca, confirmado en Rio en 2016, la británica se lanzó a una carrera profesional, llena de éxitos. En los 18 meses siguientes, ganó también en 2018 el cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), entonces vacante.
«Un sueño hecho realidad», según la boxeadora de Leeds, que ha tenido que pagar las consecuencias con su salud y su vista. Adams termina su carrera profesional, invicta, con cinco victorias y un nulo.
Nicola Adams abandona de esta forma sus esperanzas de ganar una tercera medalla de oro olímpica en Tokio-2020.