Andy Murray se retiró del tenis, sufría demasiado dolor como para continuar, pero tras la operación donde ha recibido una prótesis de cadera, todo parece haber cambiado. Y el primer paso es probarse, y lo hizo en el dobles junto a Feliciano López del torneo de Queen’s.
Y es que las prótesis de cadera en pacientes jóvenes, sobre todo deportistas que han desgastado el hueso, son hoy en día una solución muy efectiva y práctica. Además, un éxito, ya que el dolor ha remitido en el ex número 1.
En este reportaje Murray cuenta cómo ha sido la dura rehabilitación, incluyendo jornadas en las que se levantaba a las 5 a.m. para ponerse en forma y volver con opciones. Sus largos paseos con sus perros, y cómo sólo el hecho de pensar en volver a jugar le hacía feliz.
«Sabemos que la protesis de cadera es una gran solución al dolor y a la impotencia funcional que produce la artrosis de cadera, pero la prótesis, con el uso, se desgasta. En el contexto del paciente joven este es un factor a tener muy en cuenta porque ante una esperanza de vida larga es muy probable que se termine en un recambio de algún componente protésico o de la protesis completa, y el recambio de la prótesis de cadera es más complejo que la implantación de una cadera primaria. Cuánto dura una protesis de cadera es una pregunta que no tiene una respuesta sencilla; dependerá de la actividad física que se realice con la cadera, del peso del paciente (factor fundamental con un impacto trascendental en la duración de la misma) y de la propia prótesis, entre otras cuestiones», afirma el doctor Sánchez Alepuz.
Respecto a si la operación de prótesis era la solución adecuado, al doctor lo tiene claro, «el momento será aquel en el cual, habiendo probado todas las opciones no quirúrgicas (incluyendo el control del peso si está sobrepasado), el dolor de cadera limita la vida habitual y está presente de manera contínua. Es verdad que queremos que el recambio de la prótesis sea lo más tardío posible, pero no debemos malvivir en el presente pensando en evitar una operación dentro de 10-15 años», una situación que Murray vivía constantemente.
«La prótesis de cadera en el paciente joven no es una situación frecuente pero tampoco es excepcional. Cuando los tratamientos no quirúrgicos han fracasado y el dolor limita la vida normal del paciente debemos saber que la prótesis es la opción adecuada. Hoy en día hay diseños orientados a los pacientes más jovenes que buscan una mayor durabilidad y una capacidad mayor de soportar altas demandas funcionales. El trasvase de información entre el médico y el paciente debe ser fluido para que ambas partes formen parte de una decisión que condicionará (se espera que para bien) el resto de su vida».
Toda la suerte a Murray en su regreso a las pistas, y que la ausencia de dolor nos permita seguir disfrutando de su tenis. El éxito de su prótesis, como explica el doctor, será clave según la exigencia física que ahora imprima su tenis. No parece mala idea empezar por un partido de dobles y empezar a probarse.