NUEVA YORK. Yasiel Puig dijo que uno de sus días libre en Grandes Ligas le cambió la vida.
Ese día el jardinero cubano aprovechó para alquilar un helicóptero que lo llevó al Camp Simcha, un campamento para niños y adolescentes judíos que sufren de cáncer y otras enfermedades terminales que está ubicado en las Montañas Catskill del estado de Nueva York.
“Es triste ver a niños, como de 7 a 14 años, que han estado enfermos desde pequeños”, dijo Puig. “Pero cuando los ves sonreír y compartiendo y saltando al son de la música, se te olvida y a todos se les olvida que los niños están enfermos”.
Puig bailó con los niños, recorrió el campamento, hizo velas, jugó a hacer tiros suaves y visitó la enfermería para sentarse con un niño que estaba demasiado enfermo para participar en las actividades.
Puig llegó al campamento con la idea de dar consejos sobre cómo mantener la frente en alto en momentos difíciles, pero fue él quien que encontró inspiración.
“Un [niño] comenzó a hablar de pelota, diciéndome, ‘Me encanta cómo jugas. Sigue, lucha’”, dijo Puig. “Y pensé, ‘Yo vine aquí a decirte que sigas luchando, que todo va a estar bien, y tú eres el que me dice que siga y luche y que trabaje duro’. Eso me hizo feliz”.