Esta, dijo la doctora Teresa López, neurocirujana del Hospital General Regional número 2, consiste en retirar una gran cantidad de hueso del cráneo para hacer un espacio en esa zona y evitar que la presión intracraneal provocada por el traumatismo comprima más el cerebro.
Posteriormente, el también doctor en matemáticas aplicadas fue sometido a una cirugía de reconstrucción craneofacial y le fue diseñada una prótesis tridimensional y personalizada para suplir la pérdida de hueso causada por la craneotomía.
Estas prótesis creadas a través de modelos tridimensionales, manifestó la especialista, siempre se construyen a la medida y necesidad de cada paciente y se utilizan diversos materiales.
Según la especialista, tras este procedimiento el cerebro es capaz de volver a ocupar el espacio craneal y con ello se puede recuperar de manera gradual las funciones motoras, de lenguaje y congnitivas.
En tanto Miguel Ángel González de Santiago, cirujano maxilofacial del nosocomio, señaló que el paciente ha avanzado de manera satisfactoria, ha recuperado la movilidad y ha podido regresar a su trabajo.
El paciente asegura que recuerda pocas cosas del accidente pero que “gracias a la calidad del casco protector” su “cabeza no sufrió mayor daño”.