Elisabeth Cambage, una de las mejores jugadoras de baloncesto del mundo, ha descubierto sus problemas psicológicos en una carta en The Players Tribune, el medio estadounidense donde los deportistas escriben sus propios artículos. La jugadora australiana, bien conocida por la afición española después de meter la mitad de los puntos de su selección en la victoria ante España en las semifinales del Mundial del año pasado, lo ha hecho a raíz de los acontecimientos que ha protagonizado esta semana.
Con la WNBA en disputa, Cambage ha sido baja en los dos últimos partidos de Las Vegas Aces. La razón que dio el equipo fue por «DNP – rest«, algo así como que le están tratando y necesita descanso. Cambage ha titulado su carta «DNP – Mental Health«, refiriéndose al problema real por el que no ha disputado esos partidos: la saluda mental:
«Mi salud mental ha influido negativamente en mi capacidad para hacer bien mi trabajo. Primero, el sábado contra las Wings, y luego nuevamente el lunes contra las Mystics. Tomé un ‘DNP-Rest’… Pero esta es la verdad de lo que se debería haber dicho: ‘DNP-Mental health‘. Así que ahí estaba: lejos de mi equipo y lejos del baloncesto, para concentrarme en hacer las cosas bien. Comenzar la medicación de nuevo significa básicamente estar en cama durante 18 horas al día. Significa sentirse pesada y cansada. Y significa ajustarse a una nueva normalidad que requiere, en su mayor parte, descansar. Descansar mucho. Es como recuperarse de una lesión como cualquier otra«.
Cambage cambió Dallas por Las Vegas en pretemporada porque según explica ahora, necesitaba «estar más cerca de su familia», que viven en la Costa Oeste, «para controlar mejor» sus recaídas. En el equipo texano hizo la mejor temporada de su carrera, destrozó el récord anotador en un partido de la WNBA (53 puntos) y acabó segunda en las votaciones por el MVP de la temporada. Pero el despido de su entrenador, Fred Williams, fue decisivo para ella:
«Seguía jugando en Dallas por mi entrenador, pero una vez que Fred fue despedido supe que mi apoyo allí había desaparecido. Y que la única forma en que podría permanecer en la Liga sería si viviese cerca de mi familia en la Costa Oeste. El cambio fue sólo por razones personales. Simplemente necesitaba estar en una ciudad que estuviera más cerca de casa, donde pudiera hacer más cosas y simplemente jugar baloncesto».
También confirma que estos problemas los ha tenido toda su vida e intenta explicar al inicio del texto lo que significa tener depresión, para que quien no lo haya sufrido pueda hacerse una idea de lo que se siente:
«Piensa en un día soleado en la playa. Te estás relajando, estás nadando con tus amigos. Un momento después, sin ni siquiera darte cuenta, la corriente te ha estado arrastrando lentamente hacia el océano. Ahora el agua se hace más y más profunda y todos tus amigos han desaparecido. Ya no está soleado, y no puedes moverte, y no puedes respirar… Hasta que de repente estás tu sola, bajo estas enormes y oscuras olas… Y te ahogas. Es lo más cerca que puedo llegar a describir cómo es cuando estoy deprimida».
Por último tuvo palabras sobre la medida que ha tomado esta semana la NBA, con la que será obligatoria que las franquicias tengan psicólogos en su staff, especialistas en salud mental para tratar dolencias como las que sufre ella misma. Cambage lo celebra, pero no del todo, ya que en la WNBA no han aplicado esta medida:
«Algo en lo que he estado pensando mucho esta semana es la nueva regla de la NBA, que dice que cada equipo debe tener un profesional de salud mental en el personal. He visto a muchas personas alabar a la Liga por esta regla y por ser tan avanzados con respecto a la salud mental en general. Y yo soy una de esas personas. Creo que es importante lo que están haciendo, y seguramente ayudará a sus jugadores. Se merecen un montón de crédito por ello. Pero al mismo tiempo no voy a mentir. Me decepciona que elogiemos a alguien por esos avances cuando al mismo tiempo se excluyen a tantas mujeres. Lo que quiero decir es: ¿no se merece la WNBA este mismo programa? Y voy más allá. ¿No es la atención médica mental algo elemental? ¿No es una de esas cosas en las que deberíamos decidir que todas las personas necesitan acceso a ella y ver cómo aplicarlo? Cada escuela, cada lugar de trabajo, cada programa deportivo, simplemente todos. Todos deberían tener un profesional de salud mental. ¡Es un doctor! ¿Entiendes lo que quiero decir? Es literalmente un fisio para tu cerebro. Está tratando a alguien como a un ser humano».