En febrero de 2017, el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 se dio la tarea de obtener miles de móviles y otros dispositivos electrónicos usados. ¿Cuál era su objetivo? Reciclar los componentes internos para fabricar las medallas que otorgarán a los atletas el próximo año. La iniciativa convocó a la población japonesa para donar sus equipos antiguos, y afortunadamente la respuesta fue más que positiva.
Reunieron más de 5 millones de gadgets que en total sumaron 47.000 toneladas, suficientes para producir las 5.000 medallas de bronce, plata y oro que requiere el evento. Las preseas, que puedes observar a detalle en el vídeo inferior, fueron diseñadas por Junichi Kawanishi, quien resultó ganador de una competición en la que participaron 400 artistas de la región.
Los metales incluyen una imagen de Niké, la diosa griega de la victoria. Detrás aparece el emblemático Estadio Panathinaikos, que albergó los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896. La presea mide 7,7 milímetros en su parte más delgada y 12,1 en la más ancha. «El diseño refleja el concepto de que, para conseguir la gloria, los atletas deben buscar la victoria día a día», agregan.
Por otra parte, las cintas serán fabricadas con fibras de poliéster reciclado. Cada deportista recibirá, además de la medalla, un estuche de madera creado por artesanos japoneses, los cuales se inspiraron en técnicas tradicionales y otras modernas. Según mencionan, las insignias representan la energía de los atletas, la diversidad de todos los involucrados en las Olimpiadas y la cultura de la isla asiática.
Tokio 2020 no es el primer certamen deportivo en seguir una estrategia amigable con el medio ambiente. En 2010, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Vancouver también crearon medallas usando materiales de terminales. De hecho, la técnica de reciclaje empleada en Japón es exactamente la misma que siguieron los canadienses.
«Esperamos que nuestro proyecto para reciclar productos electrónicos de consumo pequeños y nuestros esfuerzos para contribuir a una sociedad sostenible y respetuosa con el medio ambiente se convierta en un legado de los Juegos de Tokio 2020″, concluyó el comité.