Hace cuatro años la vida le cambió totalmente a Desireé Vila. En aquel momento la joven tenía 16 años y formaba parte de la selección española de gimnasia acrobática. Cuando menos se lo esperaba, una fractura de tibia y peroné la alejó del Europeo, pero lo que no sabía es que este momento se convertiría en su peor pesadilla.
En una de sus visitas rutinarias al hospital de Vigo, la gallega recibió una de las peores noticias que se le pueden dar a un deportista, y es que tenían que amputarle su pierna por una negligencia médica del traumatólogo que la trató, Pedro Larrauri, que ya fue penalizado con dos años de cárcel, cuatro sin ejercer su profesión y obligado a pagar 2 millones de euros.
Tras unos malos meses, Desireé decidió refugiarse en el deporte, hasta el punto de que ahora forma parte del equipo español de atletismo adaptado, y se está preparando para los próximos Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Esta difícil historia de superación no ha pasado desapercibido para la firma Barbie que la ha elegido como modelo a seguir para inspirar a las niñas. Por ello, la deportista ha recibido a La Vanguardia, para los que ha contestado a todo tipo de preguntas sin perder en ningún momento la sonrisa.
Desireé tiene tan solo 21 años y ya ha sido elegida como una modelo de inspiración para las niñas a través del mundo de Barbie: “Es una responsabilidad muy positiva. A través de mi historia personal y de los valores del deporte puedo dar un mensaje optimista de que las niñas pueden llegar a ser todo lo que se propongan”.
El deporte adaptado, una «nueva motivación» para Desireé
Sobre su repentino cambió de vida, Desireé tuvo que volver a reinventarse y superar todos los retos que se le venían encima. “Cuando sufrí el accidente tuve que cambiar de objetivos, ya que estaba muy centrada en la gimnasia acrobática y parecía que en ese momento me quedaba sin sueños. Al final eres consciente que no toca otra que reinventarse y, gracias al atletismo, he encontrado una nueva motivación que es el deporte adaptado”, cuenta la deportista.
Ante las cosas que puede hacer con su discapacidad, la atleta cuenta en sus charlas que: “siempre digo que yo hago las mismas cosas que hacía antes, algunas quizás de manera distinta o adaptada, pero a veces pienso que hago incluso más cosas que alguna persona sin discapacidad”.
«Pensé que no había salida»
Sin embargo, no todo fue tan fácil como lo cuenta, ya que tras la amputación de su pierna “pensé que no había salida” cuenta la deportista, que relata que en algún momento confesó que “prefería morir” pero una vez le llegaron las prótesis todo cambió. “Fue ahí cuando me di cuenta de que puedes ser una persona totalmente plena e independiente con una prótesis, y ahora estoy muy feliz. A veces me preguntan si cambiaría mi vida por la que tenía antes y siempre respondo que no”, continúa.
La negligencia médica que acabó con su carrera como gimnasta, no pudo acabar con sus sueños: “Hicimos una acción simbólica y emotiva con mi familia que consistió en enterrar la pierna, y para mí fue como cerrar una etapa, muy bonita y con muchos éxitos”.
Según la deportista, su punto de inflexión fue “el primer día que subí una foto en las redes sociales en la que se me veía la prótesis”, ya que “mostrarme tal y como soy en las redes sociales significó un paso muy importante”.
Desireé ya es todo un ejemplo a seguir, pero para ella “Irene Vila, para mí es un ejemplo a seguir. Ella es el claro ejemplo de que se puede hacer todo lo que uno se proponga”, concluye la deportista.