¿Los hombres o las mujeres sienten más miedo? Es una pregunta que diversos expertos han intentado responder durante años.
Según el doctor Iván Izquierdo, eminente neurocientífico argentino, el miedo es clave en la supervivencia y existen individuos que tienen más miedo, lo que tiene una explicación evolutiva.
«Si no fuera así, la primera vez que cruzáramos una calle nos atropellaría un colectivo», afirma Izquierdo, científico argentino radicado en Brasil desde hace 40 años y pionero de los estudios en la biología de la memoria.
«Aprendemos a mirar para el lado que debemos porque alguna vez alguien nos asustó o nos asustamos. Es un aprendizaje esencial para sobrevivir. Por eso se recuerda tan bien», asegura.
Izquierdo, con casi 80 años, ha publicado más de 500 trabajos científicos, es autor de libros de divulgación (como El arte de olvidar y Somos nuestra memoria) e integra el comité editorial de numerosas publicaciones.
Es profesor visitante en universidades de Brasil, Chile, Canadá y Estados Unidos, recibió más de 50 premios y fue distinguido por el Institute of Scientific Knowledge (ISI) como el científico latinoamericano más citado entre 1995 y 2005.
Para el científico, el miedo marca el día a día de las personas. «Nos acordamos más de las cosas malas, principalmente cuando son peligrosas. Las cosas alegres las podemos cambiar unas por otras, pero las peligrosas, no», comenta en una entrevista al diario argentino La Nación.
«Las especies que no tienen miedo desaparecen, mueren, duran poco. Todos los predadores, por ejemplo, son animales que sienten miedo», asevera.
Y remarca que el miedo es tan fuerte que hay personas que pueden morir de un susto. «Muchos infartos que ocurren en las primeras horas de la mañana se producen porque el individuo está soñando con algo terrible. Son esas famosas pesadillas que uno tiene a las cinco o seis de la mañana», dijo.
Para el científico «en general los hombres tienen más miedo que las mujeres. Sin ninguna duda». Y ¿por qué? Según explica, desde el punto de vista evolutivo son las hembras las que protegen a las crías, lo que las hace temibles. «Si uno tiene que tenerle miedo a un individuo de alguna especie es frecuentemente a la hembra más que al macho porque está defendiendo algo más allá de su propia supervivencia», explica.