Dicen que en el béisbol todo es posible. Pero la siguiente lista de nombres nos ha probado que no solo en el béisbol nada es imposible sino que en la vida misma, nada debe detenernos y que la perseverancia de un ser humano puede hacerlo conseguir hasta los sueños más difíciles e inalcanzables.
Los siguientes jugadores se lograron imponer a sus dificultades y se ganaron el respeto y la admiración del pueblo y además el derecho de ser aceptados en el mundo del béisbol.
Pete Gray
Pete Gray perdió un brazo en un accidente de pequeño. Jugó solo una temporada en las Grandes Ligas, 1945, con los Carmelitas de San Luis. Pero eso fue suficiente para tener una influencia positiva y duradera en las personas con discapacidades. Su logro lleno de esperanzas a muchos.
Gray cambio la manera en la que vemos a las personas con discapacidades. La historia de Grey no pudo pasar en mejor momento, ya que el país sufría a causa de la Segunda Guerra Mundial y cada día regresaban más soldados mutilados. Su logro se debió a su increíble enfoque y determinación.
En general su carrera en el béisbol duro 6 años incluyendo las Grandes Ligas. Y aunque en la gran carpa promedio para 218 en general como profesional bateo para 308 e incluso conecto 5 cuadrangulares.
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Bert Shepard
Fue un lanzador zurdo. Perdió su pie derecho durante la II Guerra Mundial, cuando volaron su avión. Shepard usaba una prótesis. Logro lanzar en las Ligas Mayores con los Senadores de Washington aunque fue en un solo partido.
Ese día se convirtió en el primer amputado de pierna en lanzar en la gran carpa. Shepard fue el titular de muchos periódicos, no solo por estar en el juego, sino también por su tremenda actuación de 5 innings, donde solo permitió tres hits y le anotaron una carrera. Además ponchó a su primer bateador.
Mordecai Brown
Mordecai Brown, apodado “Tres dedos Brown”, fue un lanzador y además manager en las Grandes Ligas durante las dos primeras décadas del siglo XX. Brown perdió parte de dos dedos de su mano derecha en un accidente con una maquinaria agrícola cuando tenía 12 años.
Modercai transformo este problema en una ventaja sobre sus oponentes, ya que agarraba la bola de una manera que podía lanzar una curva casi intocable. Así Brown puso unos numeritos que lo llevaron a entrar al Salón de la Fama de Cooperstown, NY en 1949. 239 victorias, 1375 ponches y un promedio de 2.06 de carreras limpias son algunas de sus tremendas estadísticas.
Jim Abbot
Jim Abbott lanzo por 10 temporadas en las Grandes Ligas para los Angelinos de California, los Yankees de Nueva York, los Medias Blancas de Chicago y los Cerveceros de Milwaukee, desde 1989 hasta 1999.
A pesar de haber nacido sin su mano derecha, Abbot demostró su entereza y entrega y no solo tuvo una buena carrera sino que en 1993 mientras militaba en los Yankees de Nueva York logro tirar un juego sin hits ni carreras frente a un temido equipo de los Indios de Cleveland. Gano 87 partidos y su promedio fue de 4.25.
Chad Bentz
Nacido el 5 de mayo de 1980, Bentz logro hacer historia al llegar a las Grandes Ligas el 7 de abril de 2004, convirtiéndose así en el segundo lanzador detrás de Jim Abbot, en lograr llegar a la gran carpa habiendo nacido sin una de sus manos., después de Jim Abbott, en jugar en las Grandes Ligas después de haber nacido sin una de sus manos.
Bentz utilizaba la misma técnica que Abbot ya que de hecho se conocieron mientras estudiaba en el primer año de la Universidad. Estuvo con dos equipos: Expos de Montreal y los Florida Marlins. Termino su carrera con 5 derrotas sin victorias y un promedio de limpias de 5.86. En 2013, Bentz fue nombrado coach de picheo para el programa de béisbol del estado de Castleton.
Monty Stratton
Monty Stratton era un lanzador de Grandes Ligas de Béisbol con 36 juegos ganados, 196 ponches y una efectividad de 3.71, cuando vio su carrera terminada a causa de un accidente mientras cazaba en 1938, con el cual perdió su pierna derecha. Stratton no se dio por vencido y con una prótesis jugó en las ligas menores de 1946 a 1953.
De hecho no solo Monty se convirtió en una inspiración para muchos sino que su vida fue llevada al cine con la película titulada “La Historia de Stratton”.
Lou Brissie
La historia de Lou Brissie es una total inspiración tanto para discapacitados como para los que no lo estamos. El demostró que cuando tenemos un sueño debemos luchar por él y no dejar que nada lo impida. Brissie se unió al ejército para luchar en la Segunda Guerra Mundial. En 1944, en pleno campo de batalla, su pierna izquierda se hizo pedazos.
Brissie en el hospital gritaba que por favor le salvaran la pierna, pues él amaba jugar béisbol. Los doctores milagrosamente lograron salvarle la vida sin amputarle la pierna aunque le quedo en muy malas condiciones. Después de 2 años de cirugías y tratamientos logro lanzar otra vez.
Utilizando unos aparatos ortopédicos especiales, Brissie lanzó por siete temporadas en las Mayores. Vistió la camiseta de los Atléticos de Filadelfia y los Indios de Cleveland. Estuvo activo de 1947 a 1953.
Ya que soy cubano, les quisiera también mencionar dos jugadores que al igual que los anteriores nombres mencionados, lograron llegar a altos niveles del deporte en mi país, teniendo una discapacidad y venciendo muchos obstáculos.
Ignacio Molinet
Original del municipio de Jovellanos, en la provincia de Matanzas, Ignacio había perdido la mitad del pie en un accidente y jugaba al béisbol con una bota especial que le cubría hasta casi la mitad de la pierna.
Fue destacado en su única Serie Nacional en la que participó con el equipo Matanzas, al implantar una marca de 68 bases por bolas para un novato, que aún se mantiene. Jugaba primera base con gran elegancia y calidad y como dato curioso robó 3 bases en 5 intentos.
Diego “El Manco” Martínez
Nació en 1901 en Aguacate, un pueblito de la provincia de Matanzas. Desde pequeño jugaba pelota y era muy bueno. A los 17 años, mientras trabajaba en el Central Rosario, un vagón le cercenó su mano.
A pesar de esto, Diego no se dio nunca por vencido y aprendió a batear y tirar con su mano izquierda. Así a los 27 años de edad, regreso jugando en los jardines y bateando. Martinez logro ser miembro de dos de las ligas más prestigiosas de Cuba en aquella época como eran: La Unión Atlética Amateur donde jugo con el Deportivo Rosario y también en la Liga de Pedro Betancourt.