El venezolano Miguel Cabrera, uno de los bateadores más productivos de Grandes Ligas en varias décadas, juega con varias piezas reparadas y dolores crónicos en una rodilla para los Detroit Tigers, un equipo en reconstrucción, cuya proyección actual los coloca en ruta a perder 100 juegos en la temporada.
En medio de ese panorama poco halagador, el futuro miembro del Salón de la Fama hace lo mejor por poner buena cara al mal tiempo.
«Estoy aquí pasando la mala, la roncha, perdiendo, pero pienso que el trabajo que estamos haciendo ahora va a dar frutos y, en el futuro, vamos a ganar», dijo Cabrera a ESPN Digital por teléfono el jueves, un día libre en el calendario de los Tigres, antes de su serie de fin de semana contra los Cleveland Indians en Progressive Field.
«En cuanto a las lesiones es algo que esperaba porque cuando nosotros éramos contendientes jugué muchos años lesionado», dijo Cabrera, quien ganó la Serie Mundial de 2003 con Miami Marlins y fue el último out la del 2012 con Detroit. «No le puse mucho atención a eso porque estaba pensando en ir a playoffs. Ganar un anillo de Serie Mundial es la razón por la que jugamos», agregó.
Cabrera, de 36 años, es un 11 veces Todos Estrellas con cuatro títulos de bateo, dos premios de Jugador Más Valioso y una Triple Corona ofensiva en 17 años en las Ligas Mayores. El maracayero perdió la mayor parte de la temporada del 2018, primero por una distensión en la corva derecha (perdió 26 juegos entre el 3 de mayo y el 1 de junio) y luego por la lesión que sufrió el 12 de junio, que requirió de una operación para reparar el tendón del bíceps izquierdo.
En el 2017 estuvo ausente de 32 encuentros por molestias y falló en jugar al menos 148 partidos apenas por segunda vez desde su segundo año en las Grandes Ligas. Este año, Cabrera ha aparecido en 66 de los primeros 68 cotejos de Detroit y aunque batea un sólido .297, solamente 15 de sus 70 hits son extrabases (4 jonrones), posiblemente el reflejo de las secuelas que han dejado las lesiones en su cuerpo.leva ESPN a todos lados.
Hace dos semanas que una resonancia magnética reveló una condición crónica en la rodilla derecha de Cabrera que provocará que el astro venezolano juegue con dolor el resto de su carrera. Una cirugía fue contemplada, pero descartada, por cuatro traumatólogos que chequearon a Cabrera, quien básicamente dijo el año pasado que ya no quería regresar a una sala de operación.
«Fue un sacrificio que hice y que ahora estoy pagando», dijo Cabrera sobre las dolencias que ha sufrido en los últimos tiempos. «Es algo con lo que tengo que lidiar todos los días, no pongo excusas, solo vengo a trabajar todos los días y estar lo más suelto posible y hacer lo mejor que pueda en el terreno de juego», apuntó el toletero.
Cabrera, quien ha tenido 20 partidos de hits múltiples esta temporada, batea .316 con 2,746 hits (incluyendo 567 dobles y 469 cuadrangulares), 1,665 carreras impulsadas y 1,405 carreras anotadas en una carrera que debe llevarlo a Cooperstown en su primera aparición en la boleta. Entre los lideres de todos los tiempos, es #27 en dobles, #31 en impulsadas, #34 en jonrones, #57 en hits, #69 en WAR (69.8) y promedio de bateo, #85 en OBP (.394) y #96 en carreras.
Sin embargo, los partidos que perdió en los dos años anteriores y el apagón de poder que sufre en los primeros meses del 2019, han dilatado su ascenso en el liderato de cuadrangulares.
«Nunca he sido de números, de metas específicas», dijo Cabrera, quien tiene un contrato vigente que concluirá después de la temporada del 2023.
«Los 600 jonrones se pronoscaticaron después que pegué 40 en 2012 y 2013. Siempre (mi proyección) fue de 400 a 500 jonrones. He sido afortunado en mi carrera, no soy un hombre de números, si llego a 500 jonrones se lo agradeceré a Dios, pero lo más importante para mí ha sido ganar», dijo.
Por otro lado, los Tigres han perdido 12 de sus últimos 16 compromisos para poner su foja general en 26-44 (.371), a 20.5 juegos del primer lugar que ocupan los Minnesota Twins en la División Central de la Liga Americana. Detroit, que perdió 98 juegos en cada una de las dos temporadas anteriores, lleva un ritmo para superar las 100 derrotas por primera vez desde 2003 (119) y 2002 (106).
Sin embargo, el futuro luce promisorio para la escuadra de la Ciudad Motor. En la lista actualizada de los 100 mejores prospectos de la industria, publicada el martes por las Grandes Ligas en su portal digital, aparecen los lanzadores Casey Mize (#2), Matt Manning (#33), Franklin Pérez (#63) y el infielder Isaac Paredes (#84).
Otros que no integraron el Top 100, como los jardineros Daz Cameron y Parker Meadows, los lanzadores Beau Burrows, Alex Faedo y Kyle Funkhouser, y el el torpedero Willi Castro, entre otros, están entre los mejores prospectos del negocio.
«Estamos en un proceso de convertirnos en ganadores, tenemos buenos lanzadores en Grandes Ligas y en las ligas menores. Espero ese gran momento en que Detroit tenga listos a todos esos lanzadores y podamos comenzar a agregar bateadores, tengamos un lineup fuerte y, rezarle a Dios, para que podamos ganar una Serie Mundial aquí en Detroit», dijo.