El último mes ha sido de todo menos tranquilo para el gobierno en cuestión del deporte. Primero aparecieron atletas quejándose que el monto de sus becas fue disminuido; después varios clavadistasdenunciaron que les fue quitado su lugar para asistir a los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y ahora quienes alzan la voz para evidenciar problemas económicos son los deportistas paralímpicos.
Con los Juegos Parapanamericanos en puerta -a celebrarse en la ciudad peruana (del 23 de agosto al primero de septiembre de 2019)- la revista Proceso sacó a la luz un reportaje que demuestra la falta de apoyo que han tenido los atletas paralímpicos, a quienes solo les han depositado un mes de su beca con un retraso de tres meses.
Una de las afectadas por la situación es Ángeles Ortiz, lanzadora de bala y multicampeona mexicana con medallas en Juegos Olímpicos. La atleta veracruzana aseguró que tanto ella como su entrenador dejaron de recibir sus apoyos por parte del Instituto Veracruzano del Deporte.
“Creo que voy a tomar la palabra de moverme –a otra entidad–. Pero antes seguiré haciendo mi lucha por lo menos de aquí a noviembre, en el Campeonato del Mundo. En estas condiciones, los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 no se los voy a dar a Veracruz”, señaló Ortiz para la fuente señalada, quien encabeza el ranking mundial de su disciplina.
Por su parte, la situación del nadador Pedro Rangel luce aún más crítica, pues ha llegado a los extremos de considerar vender sus múltiples medallas que ha ganado. “En estos momentos de crisis te juro que he pasado días en que no tengo un sólo centavo para llevar la comida a mi mesa, por lo que he contemplado subastar mis medallas […] A veces no tengo para comer”, aseguró Rangel, quien también ha considerado dejar el deporte profesional y buscar otras opciones laborales que le permitan poder llevar el sustento de su familia, pues de acuerdo al nadador, “no puede esperar a que la situación en la Conade se resuelva”.
De acuerdo a Proceso, hasta el 02 de junio, ninguno de los más de 70 atletas paralímpicos han recibido sus apoyos correspondientes a los meses de enero y febrero. A esa deuda ya se sumaron abril y mayo, pese a que los directivos de la Conade les prometieron sus apoyos a finales del mes de mayo.
Un problema más a la cuenta del gobierno y la Conade.