El mundo del deporte acaba de perder a una de sus mayores luchadoras. La mediofondista estadounidense Gabriele Grunewald ha fallecido hoy a los 32 años de edad (el 25 de julio habría cumplido los 33) tras una larga guerra de una década contra los sucesivos cánceres con los que tuvo que pelear.
Nacida en Perham, Minnesota, en 1986, su carrera atlética resultó casi paralela a la que disputó contra el cáncer. Con 22 años a Gabe, como se la conocía en el mundo del atletismo, se le detectó un carcinoma quístico adenoide, que le fue extirpado. Un año después la atleta recibió su segundo gran golpe, al descubrírsele un cáncer papilar tiroideo.
Tras someterse a la correspondiente intervención y terapia, la americana volvía a las pistas, y en el 2012 quedaba a un solo puesto de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres en los Trials de los Estados Unidos. En el 2014 corrió el Mundial en Pista Cubierta de Sopot, Polonia, como campeona de su país de los 3.000 metros.
Cuando parecía que podía empezar a pensar exclusivamente en su carrera deportiva, poco después de disfrutar de su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Grunewald recibió un nuevo mazazo. Descubrió un bulto en su abdomen, y los médicos le diagnosticaron un carcinoma adenoide quístico en el hígado. Pero aunque volvió a correr en el 2017, el cáncer reapareció en su cuerpo.
Consciente de que no podría volver a competir, Gabe Grunewald y su marido, Justin, decidieron poner en marcha ‘Brave like Gave’, una iniciativa destinada a recabar fondos para pacientes que sufren el mismo tipo de enfermedad que en las últimas semanas agravó el estado de salud de la atleta, causándole hoy la muerte.
La Federación Internacional de Atletismo reconoció el espíritu indómito de Gabe Grunewald con un emotivo recuerdo en su página web y sus redes sociales, que encabezó con un «Hay gente que hace cosas extraordinarias frente a la adversidad, y después está Grabriele Grunewald».