El segundo teniente del Ejército Patricio López pasó de quedar cuadripléjico a representar al país internacionalmente en natación paralímpica
SANTO DOMINGO. Renació de sus propias cenizas como el ave fénix. De quedar cuadripléjico a ser selección nacional de natación paralímpico es el relato de la gran historia de Patricio López.
El 15 de diciembre de 2012 es la fecha que el segundo teniente del Ejército de la República Dominicana nunca olvidará. Tras un intento de atraco para quitarle su vehículo donde desconocidos le propinaron cuatro disparos, la activa vida del militar de 38 años quedó hecha polvo.
Su diagnóstico: como máximo seis meses de vida. Su cuerpo quedó inmóvil exceptuando el cuello y un brazo
Se le practicaron cuatro operaciones. Perdió un pulmón, una lesión en la médula espinal nivel C5, tiene una fijación de ocho tornillos y dos varillas de titanio.
“Iba con mi hermano a comernos algo, de repente ,que me acuerde, vi nada más dos motores y cuatro personas, desde ahí mi vida cambió totalmente”, expresó.
Por amor a su hija, de ahora 9 años, López no permitió que su discapacidad física fuera una limitante en su vida.
“Mi hija me hace una foto, de ella que es la princesa, su madre que es la reina, y a mí me pone en una silla de ruedas, y yo le pregunto qué pasó, porqué tú. Me dice papi es que tú estás así.
Me lo dijo tan sentimental, yo desde ese momento no dejé que la discapacidad fuera una limitante para mi hija”, narró.
Su pequeña Keryam Patricia es su motor para ganar las competencias tanto a nivel nacional como internacional.
Su hija lo describe como su héroe, siempre lo acompaña en sus entrenamientos y le pide que le traiga la medalla ganadora.
“Ella siempre me dice eres mi héroe, para mi esa partecita es mi fortaleza, es lo recíproco que yo he sembrado”, contó.
La natación es la forma en la que también sirve a la patria a través del Ejército, poniendo en alto el nombre del país en aguas internacionales.
“Nunca decir que no se puede”
López tiene 19 años siendo militar. Inició en la unidad de Infantería y actualmente labora en el área de deporte del Ejército.
Su formación el cuerpo armado fue la base para no permitirse quejarse en ninguna circunstancias.
“Yo siempre he dicho que no debo de quejarme, si no hay solución no te quejes, porque no hay, y si la hay tampoco te quejes porque la hay”, expresó.
El segundo teniente tiene muy claro que hay que esforzarse para tener la solución a los problemas ya que no llegarán por si solas.
“Nunca decir que no se puede. Las cosas no son fáciles…siempre he dicho que si te tocó saca lo mejor de ahí”, manifestó al indicar su situación de quedar cuadripléjico. Añadió que lo primero es evaluarse y fijarse metas, ya que “lo que está para ti, Dios e lo va a dar en el momento que él entienda que tiene que hacerlo”.
“Yo nunca me quejé de porque a mí, es que yo tengo que hacer las cosas diferentes. Para que haya una diferencia tengo que comenzar conmigo”, sostuvo.
Así fue que inició su pasión por la natación cuando estaba buscando otras opciones de terapia ya que debe ejercitarse al menos tres veces a la semana cada ocho horas, ya que por su condición su cuerpo no transpira.
Comenzó con terapia acuática en el Centro Olímpico. Asiste, manejando él mismo su vehículo, todos los días de 8 a 11, luego de descansar entrena en tierra.
“Yo tengo que estar totalmente en movimiento, no puedo estar rezagado”, dijo.
López se ha convertido en el primer hombre con su condición física que ha nadado en mar abierto. Y además practica triatlón.
Esto le ha permitido mejorar sus condiciones físicas a tal punto que reveló que ya está sintiendo sus piernas.
Su regreso al Ejercito fue un proceso muy duro. Sin embargo, la aceptación entre sus compañeros y comandantes fue inmediata.
Él mismo solicitó reintegrase a la milicia.
“Yo no quería que me afueriaran, yo quería seguir dando más al país”, dijo.
Explicó que para esto tuvo que demostrar que cuando se quiere las cosas se pueden hacer.
“Yo dije yo no puedo tomar tantas licencias, yo sé que puedo hacer mis cosas, los mismos entrenamientos me daban esa voluntad”, expresó.
Le agradece al Ejército por abrirle las puertas y la educación que le ha dado.
“Por esa educación he tenido la voluntad, esa educación de querer hacer la diferencia, si pudiera tener la ropa siempre la tuviera”, expresó.
Lamenta falta de centro terapéutico
El segundo teniente lamenta que en el país no cuente con un centro que pueda dar terapia intensiva a las personas que quedan cuadripléjicas.
En otro orden, exhortó a los jóvenes con discapacidad a buscar de Dios, hacer algún deporte, pues indica que esto despeja los traumas que tengan, y a educarse.
El Equipo Fénix le ayudó a competir fuera del país
El Equipo Fénix, grupo de terapia acuática para personas con discapacidad, fue lo que lo ayudó a mejorar su condición.
López explicó que el señor Frómeta, a quien describe como su segundo padre, es quien lo inicia en este mundo y lo motivó a nadar en mar abierto.
Comenzó a nadar en piscina en exhibiciones, nada en el mar abierto, siendo la única persona con esta discapacidad que nada en mar abierto. “Mi primera competencia es inolvidable”, narró.
En el 2014, dos años después del intento de atraco, le invitan a participar en los paralímpicos donde conoce a su “segunda madre” Ana María Peralta, del Equipo Fénix, allí “comienza su verdadera profesión” además de las ciencias militares.
En su primer viaje a Indianápolis, ganó en representación del país su primera medalla en Swimming World Series, que es la serie mundial de la natación. En México queda como uno de los mejores hombres en la natación paralímpica.
Su próxima competencia será en Alemania, desde ya se prepara para ganar y traerle la medalla a su hija.