Este americano de 26 años ha pasado postrado en una silla de reda los últimos cinco años después de que un accidente le dejara paralítico. Los doctores explicaron que se trata de la primera vez en el mundo que una persona con una lesión de la espina dorsal era capaz de andar por sí misma sin la ayuda de dispositivos robóticos controlados manualmente, según explica ‘The Guardian’.
El hombre consiguió andar tres metros y medio con la ayuda de un casco de electrodos que recoge las hondas cerebrales y las envía de manera inalámbrica a un ordenador que las interpreta y descifra si la intención del individuo es la de caminar o la de detenerse. El comando correspondiente se envía de vuelta a un cinturón electrónico que envía señales a los nervios y activan los músculos para mover las piernas.
A pesar de lo sofisticado de la tecnología es necesario que el paciente pase por un entrenamiento intensivo para generar la señales cerebrales adecuadas desde la cabeza del paciente hasta el ordenador. Además, deberá aprender a utilizar el dispositivo que le ayuda a poner un pie delante del otro. » Incluso después de años de parálisis, el cerebro aún es capaz de generar fuertes señales que se puede utilizar para recrear un caminar básico», explicó a ‘The Guardian’ el doctor An Do de la Universidad de California, codirector del experimento.
«Hemos demostrado que se puede restaurar de manera intuitiva el control cerebral para andar después de una lesión espinal completa», cuenta. Se trata de un sistema no invasivo de estimulación muscular y una prometedora tecnología en el tratamiento de este tipo de enfermedades.
Este americano de 26 años ha pasado postrado en una silla de reda los últimos cinco años después de que un accidente le dejara paralítico. Los doctores explicaron que se trata de la primera vez en el mundo que una persona con una lesión de la espina dorsal era capaz de andar por sí misma sin la ayuda de dispositivos robóticos controlados manualmente, según explica ‘The Guardian’.
El hombre consiguió andar tres metros y medio con la ayuda de un casco de electrodos que recoge las hondas cerebrales y las envía de manera inalámbrica a un ordenador que las interpreta y descifra si la intención del individuo es la de caminar o la de detenerse. El comando correspondiente se envía de vuelta a un cinturón electrónico que envía señales a los nervios y activan los músculos para mover las piernas.
A pesar de lo sofisticado de la tecnología es necesario que el paciente pase por un entrenamiento intensivo para generar la señales cerebrales adecuadas desde la cabeza del paciente hasta el ordenador. Además, deberá aprender a utilizar el dispositivo que le ayuda a poner un pie delante del otro. » Incluso después de años de parálisis, el cerebro aún es capaz de generar fuertes señales que se puede utilizar para recrear un caminar básico», explicó a ‘The Guardian’ el doctor An Do de la Universidad de California, codirector del experimento.
«Hemos demostrado que se puede restaurar de manera intuitiva el control cerebral para andar después de una lesión espinal completa», cuenta. Se trata de un sistema no invasivo de estimulación muscular y una prometedora tecnología en el tratamiento de este tipo de enfermedades.