El rugby en silla de ruedas no es un deporte para cobardes, como quedó claro en el evento test de Rio 2016 durante el fin de semana. Y entre las grandes anotaciones y las sillas volcadas, una jugadora sobresalió. Coral Batey, una pequeña muchacha del condado de Yorkshire que juega del lado de los ganadores de la medalla de oro, fue la única atleta mujer en acción en la Arena Carioca 1.
Aunque es mixto, el rugby en sillas de rueda es mayormente un deporte masculino. Batey fue una de las apenas cuatro deportistas que disputaron los campeonatos mundiales del 2014, pero ella se siente confortable mezclándose con sus compañeros. “De hecho es muy bueno. Me gusta”, dijo. “No hay peleas, es como si todos fueran mujeres. Realmente me encanta (…) Definitivamente me tratan como uno más. Una sólo tiene que involucrarse y ser parte de esto. No tengo que hacer nada diferente”, agregó.
Batey dijo que, pese a que la fuerza física empleada es una de las principales características del deporte, no está preocupada por ser lesionada. “No pienso que sea un deporte peligroso, sino que es muy divertido”, dijo la jugadora de 20 años. “Obviamente es un deporte de contacto, pero la silla absorbe la mayor parte del impacto, por lo que no es doloroso”, añadió.
Aunque son los campeones europeos, la victoria de Batey y sus compañeros causó algo de sorpresa en el Torneo Internacional de Rugby en Sillas de Ruedas de Aquece Rio (26-28 de febrero) en el Parque Olímpico de Barra. Los favoritos eran Australia, campeón Olímpico y mundial, y Canadá, que subcampeones en ambos eventos y que lideran el ranking mundial.
Una mujer en un mundo de hombres: Coral Batey ayudó a Gran Bretaña a ganar el oro en el evento test de Rio 2016
