Medallista de oro y plata en el salto largo y salto triple, respectivamente, en el atletismo de los Juegos Paralímpicos Atenas 2004, Jiménez se mantiene sobre la pista y se ubica entre los primeros en el ranking mundial de salto de longitud.
Competidor en la categoría T12 (débil visual profundo), el también Campeón mundial en Assen, Holanda 2006, argumentó a Prensa Latina por qué dedica sus triunfos al líder de la Revolución Cubana.
‘Fidel posibilitó que Cuba sea una potencia mundial en el deporte para personas discapacitadas y gracias a él, a pesar de mi debilidad visual, no soy un don nadie en esta vida’, sentenció este saltador de 37 años de edad.
‘En Atenas 2004 gané la medalla de oro en el último salto, con 7, 15 metros, expresó Jiménez, quien en 2018, en Barranquilla Colombia, con dos medallas de oro, logró su clasificación para los Juegos Parapanamericanos, Perú 2019.
‘Estuve alejado de las pistas por problemas personales, pero entreno fuerte, me siento muy bien físicamente, y voy a seguir en combate como me enseñó Fidel, quien para mí sigue vivo’, enfatizó.
Proveniente de una familia de deportistas, Jiménez tiene cuatro hijos con su esposa Ana Gladys, y gasta sus días entrenando el salto largo, asistiendo a la iglesia y escuchando los consejos de Reina Cabezas, su madre.
‘Por coincidencia es mi reina y mi cabeza pensante’, dijo sonriente el espigado atleta que vive muy feliz en el barrio El Condado, en Santa Clara.
Y mientras que en muchos países, los ciegos y débiles visuales, bastón en mano, andan por las calles mendigando una limosna para vivir, Ángel Jiménez corre y salta con sus medallas gloriosas en el pecho.
Por ello él siempre le va a dedicar sus victorias al Comandante Fidel Castro, quien bajó de la Sierra Maestra, en enero de 1959, y lo enseñó a mirar siempre hacia el futuro.