Sara Andrés Barrio es profesora y atleta paralímpica. Perdió sus pies en un siniestro de tráfico hace ocho años cuando volvía de una fiesta. Ella iba en el asiento del copiloto y el coche con el que impactaron chocó directamente contra la parte frontal delantera del vehículo. «Fue un shock ver que no tenía pies», explica.
«Estuve en el pozo más oscuro que podía haber caído», recuerda la joven que reconoce que «esto no se hace solo» y que ha contado con la ayuda de psicólogos y médicos que le han ayudado a salir adelante.
El proceso de recuperación fue lento pero gracias a las prótesis volvió a caminar un año después. Fue entonces cuando se incorporó a su trabajo de profesora asumiendo que se cansaría más y que tendría que adaptar su modo de vida a sus nuevas necesidades.
«Lo primero es aceptarse, quererse a uno mismo y aceptar esa nueva realidad», reflexiona.
Para Sara, sabes que has superado el duelo cuando te proyectas en un futuro con ilusiones y proyectos de vida por hacer. Es en ese momento, según relata, cuando empiezas a aprender y a vivir cada día como una oportunidad. «Yo estoy agradecida porque gracias a lo que ocurrió soy la persona que soy ahora», explica.
Barrio continuó superando retos cuando empezó a echar de menos «el viento en la cara y el cansancio que te da el deporte» y se propuso empezar a correr. Para este ejercicio las prótesis son arqueadas y la forma de sostenerse diferente pero a base de entrenamiento lo consiguió y comenzó a competir. Años después, fue a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro y ganó una medalla de bronce en el Mundial de Londres de 2017.
«Hago surf de rodillas, empecé hace tres años y ahora hasta giro», explica orgullosa la atleta.
Para Sara las prioridades han cambiado, antes se centraban en los estudios y el trabajo y ahora «son más humanas», como disfrutar con las personas que la quieren o dar cariño a alguien que lo necesita.
Sara reconoce haberse encontrado a sí misma y lo transmite con una frase que lleva por bandera: «Prefiero no tener pies y saber dónde voy, que tenerlos y estar perdida».
Esta semana el Parlamento ha aprobado definitivamente una de las últimas medidas en materia de seguridad vial de esta legislatura, que consiste en la reforma del Código Penal para endurecer las penas por imprudencias al volante al incluir como agravantes el exceso de velocidad y el consumo de drogas o alcohol, y sancionar el abandono del lugar del accidente.