Ramiro Milano es un jugador argentino de balonmano que, a sus 18 años, decidió dar el paso y cruzar el Atlántico para emprender una nueva aventura deportiva en España, especificamente en Mislata (Valencia). La historia a priori parece normal e incluso habitual, pero pronto nos damos cuenta de lo especial de su caso, ya que el natural de Buenos Aires nació sin su mano izquierda.
La carrera deportiva de Ramiro no ha girado siempre en torno al balonmano, a pesar de que la influencia de esta disciplina le llegó desde la cuna gracias a su padre, Guillermo Milano, actual segundo entrenador de la selección absoluta masculina de Argentina. A los 4 años, el porteño comenzó a jugar al fútbol, deporte en el que destacó, llegando a jugar en el FC. Barcelona y en Boca Juniors, clubes de reconocido prestigio internacional.
Tras varias temporadas compaginando fútbol con balonmano, Ramiro Milano toma la decisión de dedicarse por completo al segundo, a pesar del importante hándicap que él tenía y tiene respecto al resto de jugadores. Lejos de verse superado por la magnitud del reto, el argentino no ha parado de luchar hasta hacerse un nombre en su país, llegando a entrenar con la selección argentina juvenil.
Su ambición, unida a su fortaleza mental, de la que todos los que le conocen destacan como principal virtud, hizo que Ramiro diese el paso y quisiese viajar a España para continuar creciendo, emulando a algunos de sus referentes que realizaron a su edad el mismo camino, y que ahora destacan en Europa. El de Buenos Aires milita actualmente en las filas del equipo juvenil del BM Mislata, donde pretende seguir forjando una larga carrera deportiva.
«La clave es trabajar, trabajar y más trabajar, y todas las trabas que aparecen en el camino no te deben frenar, las debes ver como nuevas oportunidades para crecer». Esos son los sueños y el lema de Ramiro Milano, un jugador único con una ejemplar historia de superación en el balonmano y en el deporte.