Movido por sus vivencias como niño en la llamada Guerra de los Balcanes, el número 1 del mundo, Novak Djokovic, se ha propuesto hacer todo lo posible para ayudar a quienes pasan o han pasado por circunstancias similares. Un fantástico reportaje de la BBC desvela cómo el serbio ha invertido, a través de su fundación, en un programa de terapia temprana, en el que varios investigadores de Harvard trabajan para intentar comprender el efecto que tienen determinados procesos traumáticos en bebés y niños pequeños.
Así, la fundación de Nole está financiando a cuatro investigadores al año en la Universidad de Harvard para trabajar en educación temprana, concretamente en el Centro para el Niño en Desarrollo, centrado en formas de mejorar la vida de los niños pequeños, a menudo niños que enfrentan la pobreza y la violencia.
«Crecer en un país devastado por la guerra no es fácil para nadie», comenta Novak en el reportaje. «Sobre todo para los niños. No tienen el mecanismo de afrontar esos problemas como los adultos, el impacto de los entornos complejos en su vida es tremendo. Vivir con ese tipo de miedo es perjudicial para el desarrollo de cualquier niño. Y sabiendo personalmente cómo siente uno eso, me prometí hace años que si pudiera, haría cualquier cosa para ayudar a estos niños.»
El objetivo inicial de la Fundación Novak Djokovic era construir centros preescolares y apoyar la formación docente en Serbia, pero la asociación con la universidad de Harvard comenzó después de una reunión a finales de 2015 entre el director ejecutivo de la fundación, Alberto Lidji, y el director del centro de investigación, Jack Shonkoff.
«Esa era un área en la que nos dimos cuenta de que podíamos marcar la diferencia», valora Lidji. «Hay muchos vacíos de conocimiento sobre el desarrollo de la primera infancia y nos dimos cuenta de que si pudiéramos desplegar algunos de nuestros recursos para ayudar a llenarlos, eso impulsaría el crecimiento de este campo. La gente pensó que, como ninguno de nosotros puede recordar nuestras experiencias como bebés, los primeros años no importan mucho. Ahora sabemos que lo que sucede muy temprano en la vida puede tener un efecto duradero en el rendimiento escolar y en la salud física y mental. Los primeros años pasaron de ser una responsabilidad de las familias a una responsabilidad pública, porque es un retorno de la inversión del que todos se benefician».
Shonkoff incide también en el valor de incidir en los primeros meses, en involucrarse e invertir en la investigación de los traumas más tempranos. «Muchos de los desafíos a los que se enfrentan los ministros, incluidos la productividad económica, el desarrollo de habilidades, la salud física y mental, tienen orígenes mucho más tempranos en la vida que el ingreso a la escuela. La separación repentina y forzada de los hijos de sus padres es profundamente traumática para ambos. Dicho de manera simple, cada día que no devolvemos a estos niños a sus padres, aumentamos el daño y aumentamos las consecuencias de por vida. Si nos centramos más en los fundamentos del aprendizaje temprano, comenzando en la infancia, obtendremos mejores resultados educativos, tendremos una población mejor educada y más capacitada, y pagaremos menos por ello».
Djokovic está al tanto del trabajo y de los resultados que están llevando a cabo en este proyecto, uno de los que más compromiso han tenido por parte del lado más humano de Novak Djokovic. «Por eso espero que la investigación en esta área ayude a minimizar el trauma que tienen estos niños para que puedan crecer individuos mentalmente fuertes y sanos».