El moldavo Dmitri Voloshin ha recorrido 50 kilómetros con temperaturas que rondaban los 60 grados bajo cero en Oimiakón (República de Saja, Rusia) como parte de un proyecto solidario para llamar la atención sobre la parálisis cerebral y la necesidad de apoyar a los niños que padecen esa dolencia.
Este hombre necesitó seis horas para cubrir esa distancia y se convirtió en el primer atleta que realiza una carrera de ese tipo a temperaturas extremadamente bajas sin el apoyo de médicos o rescatistas, de acuerdo con los organizadores del evento.
«Es como ir al espacio: hace mucho frío y no hay oxígeno en absoluto. Terrible. No intente repetirlo», afirmó Voloshin tras cruzar la línea de meta el pasado 14 de enero, informa el sitio web Sporter.