Oscar Núñez sueña con convertirse algún día en el primer piloto sordo del Mundial de Motociclismo. A sus 12 años, le queda un camino duro para intentar lograrlo, aunque no le asusta, ya que ha tenido que superar mayores complicaciones desde que nació.
“Cuando estaba embarazada de Óscar, su padre me dijo que le gustaría que su hijo corriera en motos, pero al nacer, descubrimos que era sordo y esos sueños se olvidaron”, cuenta a Mundo Deportivo Iolanda, la madre de un chaval al que el destino le llevó a cumplir con los deseos de su padre. “Un amigo nos regaló una minimoto cuando él tenía 6 años. Fue probarla y enamorarse de este mundo”. Y a partir de ahí, nada paró a un Oscar, que por fin cambió los quirófanos por las pistas. Y es que a sus 12 años ya suma 5 operaciones. Primero probaron con audífonos. “El chupete le salió disparado y tenía los ojos como platos. Entendimos que escuchaba algo”, pero de repente, pasó al silencio, a no escuchar absolutamente nada, y tras una recaída, a los dos años y medio le instalaron unos implantes que ahora le permiten escuchar. Cada día desde entonces, es una jornada de aprendizaje para Oscar, tanto para hablar como para entender, pero no así encima de una moto, donde es otro.
Subido a ella su gran problema eran los implantes cocleares, ya que se le caían con el casco. A veces tenía que pilotar con uno. “Era una tortura”, recuerda Iolanda. Hasta que dieron con la firma Scorpion, que le proporcionó un casco con un sistema interior que se hincha y que se adapta a su cara. El representante deportivo de la marca en Europa,Daniel Mellinas, se convirtió desde entonces en su mánager para ayudar al chaval en su crecimiento.
Óscar empezó a competir a los 7 años y un curso más tarde ya tenía su primer campeonato de Catalunya de minimoto. Se pasó entonces a las 110cc y en 2017 logró su segundo título catalán, esta vez en 140cc. Y este 2018 tocaba dar el paso definitivo al Campeonato de España (CEV) en la categoría de Moto4 con el equipo de Cuna de Campeones, pero su primer año a nivel estatal fue demasiado duro por falta de dinero.
Un 2018 sin poder entrenar
Cuenta su familia que, por cuestiones económicas, tenía que llegar a las carreras sin entrenar. “Aprovechaba los libres del viernes y el sábado de carrera para practicar”. Y así, es muy difícil destacar. Por ello, decidieron que en 2019 era momento de dar un paso atrás para dar dos pasos al frente en un futuro, pasando a correr en Pre Moto4. “Si el sponsor de Oscar puede comprar la moto, con lo poco que nos quede podremos entrenar”, asegura la madre de este campeón en relación al cambio de categoría, destacando la importancia de las motos en la vida de Óscar: “No tiene muchos amigos porque no sabe expresarse bien. Sigue aprendiendo con el logopeda. Pero en su clase, cuando supieron lo que hacía, alucinaron. Pasó de ser el niño que no habla mucho, al campeón de las motos. Es lo mejor de su vida, le ayuda a sentirse bien”, añadió Iolanda, esperanzada en encontrar más patrocinadores para cumplir el sueño de un pequeño que dicen que enamora por sus ojos. “Tiene algo que engancha y que hace quererlo. Es de pocas palabras porque le cuesta mantener una conversación, pero sus ojos hablan por él”, explica su madre.
Con ellos y sus ganas encandiló a su principal sponsor, Manuel Brea, dueño de Cafeterias Caldas, que siempre le ha acompañado como su gran valedor y que no dudó un solo instante en ayudar al muchacho en sus inicios. Ahora cuenta también con el apoyo del RACC, pero su mánager, Mellinas, sigue picando puertas. “En la última carrera salió el último y llegó el 13º de más de 30 pilotos. Si saliéramos de más adelante… Pero sin entrenar es difícil”, comenta Daniel a MD sobre Óscar un fan más de Rossi y Márquez que ya ha conocido al ‘93’ en varios actos y espera poder dedicarse a lo mismo que el de Cervera. “Llegaré a MotoGP”, dijo convencido en los Premis RACC Motorsport. Desparpajo no le falta. Talento, tampoco.