La vida de la marroquí Najwa Awane cambió desde que un perro de raza Pitbull la mordió y tuvo que ser amputada su pierna izquierda. Se tomó esa decisión para salvar su vida, después de 17 cirugías que soportó durante 42 días que permaneció en un hospital español.
Awane, de 22 años, compite por primera vez en Sudamérica y lo hace en Cuenca, con motivo del Torneo Internacional Tennis Tour ITF, Ecuador Open 2018. Es siembra uno del certamen tenístico en silla de ruedas y se ubica en el puesto 37 del ranking mundial. La africana integra el grupo de 25 tenistas que participan en las canchas del Cuenca Tenis y Golf Club, en representación de Chile, Colombia, Costa Rica, Marruecos, México, Perú y Ecuador. Cada deportista tiene su historia, pero todos luchan por demostrar a la sociedad que no existen límites cuando existe voluntad. Awane, durante su año de rehabilitación en Cádiz, España, aprendió español. Viajó a ese país en compañía de su madre, Laripa Karam, con la ayuda del club de Atletismo Chiclana. Ella, antes de la agresión del perro, era atleta. A más de español habla árabe, francés e inglés. Tiene el título en la especialidad de Matemáticas.
La tenista marroquí, antes de los cotejos, suele hablar con sus rivales. Lo hizo con las sudamericanas, el 30 de noviembre del 2018. Por ejemplo, dialogaba con la colombiana Zuleiny Rodríguez y la peruana Lucia Isisola Solís.
La primera compite por segunda vez en la capital azuaya y la segunda es debutante. Rodríguez, de 17 años, es novia del chileno Alexander Cataldo, siembra uno del Torneo Internacional de Cuenca y 23 en el escalafón mundial.
Se conocieron hace 14 meses en Sao Paulo, Brasil, durante un certamen. Él, antes de su partido de ayer, le brindó algunas indicaciones en la cancha. La discapacidad de Rodríguez es de nacimiento, tuvo una malformación congénita de los miembros inferiores y al año tres meses le amputaron las piernas.
Desde los dos años usa prótesis. “Gracias a Dios he podido salir adelante y he viajado a Holanda, Brasil, Chile, Perú…”. Su sueño es ser la número uno del mundo.
Cataldo, de 20 años, tiene innumerables competencias en el exterior, pero este año se lució al conseguir un título europeo en Holanda.
Desde el 2008, cuando empezó jugar tenis en silla de ruedas, ha visitado Japón, Francia, Bélgica, entre otros países.
Su objetivo es ubicarse entre los 10 mejores del planeta.
Ecuador, como anfitrión, tiene una delegación de siete tenistas y uno de ellos es Wladimir Alulema, quien se vinculó a este deporte hace siete años.
Él jugaba fútbol en la Sub 14 de Liga de Quito, pero un accidente de tránsito registrado hace 10 años en Atacames lo alejó de las canchas. Sufrió una lesión medular, con fractura completa de la medula espinal.
Cuando recibía rehabilitación, en el Ministerio del Deporte de ese entonces, fue invitado a practicar tenis adaptado y aceptó con gusto. A sus 32 años recuerda que “fue duro usar silla de ruedas luego de ser caminante, pero es una oportunidad que me dio la vida”.
Es supervisor de la construcción. Uno de los novatos del torneo es el peruano Jorge Beltrán, de profesión economista. Incursionó hace un año en el tenis adaptado y considera que sus rivales le llevan una gran ventaja. Hace nueve años, haciendo un salto en la nieve cayó mal y quedaron inmovilizadas sus piernas. Antes competía en bicicleta con pedal de mano. La mayoría de los tenistas que competirá en Cuenca, hasta mañana, llegó con la meta de sumar puntos para los Juegos Parapanamericanos del 2019 en Perú.
De allí se proyectarán con miras a los Juegos Paralímpicos en Tokio 2020. En el caso de la tenista marroquí, después de competir en la capital azuaya viajará a su país.
En tres semanas viajará a Málaga, España, en donde hará su cuartel de prácticas para los Juegos Paralímpicos.
El tenis adaptado les devolvió la motivación a 25 deportistas
