El ‘via crucis’ de Markelle Fultz parece no tener fin. El nº1 del Draft de 2017 no levanta cabeza desde que juega en la NBA. El curso pasado se lo pasó casi todo en blanco -jugó solo 4 partidos- por una lesión en el hombro que parece no tener un final feliz.
La mecánica de tiro del jugador se ha resentido a raíz de sus problemas físicos y su confianza ha descendido en picado. Tras el verano, el jugador se las prometía muy felices, pero esta temporada no ha sabido rendir al nivel esperado.