El nadador paralímpico grancanario Enhamed Enhamed, ganador de nueve medallas en tres Juegos, ha dicho a Efe que es un firme defensor de «la igualdad de oportunidades para que toda la gente se desarrolle» y ha apuntado que «el deporte paralímpico está para batir grandes marcas sociales».
Enhamed (Las Palmas de Gran Canaria, 1987) sufrió a los ocho años un desprendimiento de retina que le provocó ceguera, por lo que necesita un perro guía para moverse.
En el deporte encontró un refugio hasta convertirse en uno de los grandes nadadores españoles y su compromiso social le ha llevado a apoyar la iniciativa #Soy365 que promueve una igualdad de género real y efectiva. El acto principal de esa campaña es el ‘Concierto de compromisos y sentimientos de hombres con la igualdad’ que se realizará el 24 de noviembre en el Auditorio Nacional de Música de Madrid.
P: ¿Qué le parece esta campaña por la igualdad?
R: Es importante no solamente apoyar estas iniciativas, sino empezar a practicar de forma real y tangible conceptos como estos todos los días. Las encuestas indican que la gente es partidaria de la igualdad, pero luego la realidad es otra.
P: Si hablamos de deporte, ¿cómo ve el fomento de la igualdad?
R: En el deporte paralímpico español contamos con la fortuna de contar con grandísimas deportistas que han sido reconocidas, pero si te fijas a nivel mundial no pasa tanto. Por ejemplo, la gente sabe quién es Michael Phelps pero no sabe quién es Katie Ledecky. Y es casi tan grande como él y el tiempo lo dirá porque va camino de ello. Situaciones así me hacen involucrarme. Las iniciativas son importantes, pero más lo es la práctica diaria.
P: En los Juegos Olímpicos de Río las mujeres ganaron más medallas para España que los hombres.
R: Pero esos éxitos no solo ocurren en el deporte. En todo tipo de profesiones se ve que las mujeres son una realidad. No porque haya más mujeres en la sociedad, sino porque se está haciendo lo que tanto hemos defendido los paralímpicos que es la igualdad de oportunidades y que toda la gente se desarrolle.
P: ¿En qué ha cambiado el deporte paralímpico los últimos años?
R: La profesionalización de muchos equipos como puede ser Inglaterra, el avance de China desde sus Juegos en 2008 o lo que hace Japón en sus propios centros de entrenamiento son ejemplos.
La tecnificación ha hecho que el deporte paralímpico dé un salto cualitativo. En España, el Comité Paralímpico ha hecho una gran labor apoyada por los medios de comunicación, los técnicos y los deportistas. Necesitamos como el agua renovarnos, no quitando a los que están, pero sí trayendo más talento para desarrollarlo. Sé que el Comité está haciendo iniciativas al respecto, pero vamos a afrontar unos años complicados.
P: ¿Cómo se atrae talento?
R: Se pueden hacer muchas cosas en los colegios. Hay que animar a niños con discapacidad y a las instituciones que los acogen a que les permiten acceder al deporte haciendo las instalaciones más accesibles y haciendo más pedagogía con los propios profesores de Educación Física y actividades extraescolares. A veces a los niños se les niega el deporte por ser ciegos, mancos o lo que sea.
P: Piensa que se está cambiando la imagen que se tenía antes hacia los paralímpicos de ‘pobrecillos que tienen derecho a hacer deporte’ a ser considerados deportistas como el resto.
R: Desde Atenas 2004 hasta aquí el cambio ha sido brutal. También el impacto social, pero todavía queda camino por recorrer. Quizá nos hemos liberado de esa coletilla de ‘mira, que mérito tienen’. Es parte de la naturaleza humana. No creo que sea por maldad, sino porque mucha gente piensa que no sería capaz de practicar ese deporte y se preguntan como se juega sin un brazo o sin ver.
En Río había un egipcio, Ibrahim Hamadtou, que jugaba al tenis de mesa con la pala en la boca y ese tipo de admiración es parte del deporte paralímpico y de su esencia. El deporte paralímpico está para batir grandes marcas sociales. No porque te falte un miembro o tengas una dificultad eres menos que los demás. Nadie esta libre de que un día cualquiera pueda tener un accidente.
P: ¿El movimiento paralímpico está en un punto de expansión?
R: No tiene marcha atrás porque estos últimos catorce años lo han demostrado, ha habido un punto de inflexión enorme. Todos los deportistas querrían estar al nivel de otros deportistas, pero está profesionalizado el deporte y esto no hay quién lo pare. Solo podemos seguir subiendo y estamos luchando con el resto de países que, copiando el modelo español, se están convirtiendo en potencias.
P: ¿La igualdad en el deporte pasa por celebrar a la vez Juegos Olímpicos y Paralímpicos?
R: Sería un bonito sueño y estoy seguro de que a todos nos encantaría, pero en mi opinión personal creo que no es la vía. El deporte paralímpico se debe hacer su hueco en el deporte y en la historia por su propio nombre.
P: Si llegara a ocurrir eso, ¿quedaría eclipsado el deporte paralímpico?
R: Sí. Creo que todo tiene su hueco y lo ha demostrado la televisión nacional americana al comprar sus derechos para retransmitirlo. Nuestro hueco son los Juegos Paralímpicos.
P: Siempre tiene retos en mente. ¿Cuál tiene ahora?
R: Estoy entrenando para el Ultraman. No sé si el de Hawaii o uno de España. Es un doble Ironman. Tres días. El primero 10 kilómetros nadando y 144 en bici. El segundo 275 en bici y el tercero 84 corriendo. Para la natación he vuelto a entrenar con mi antiguo equipo y seleccionador José Luis Vaquero. En eso estoy, pero no sé aún, la vida da muchas vueltas.
P: ¿A qué dedica sus pasos profesionales tras la natación?
R: Al mundo de la formación en recursos humanos. Esa es mi dedicación principal, gestión de equipos, liderazgo y de trabajo bajo estrés.