Aquino Camacho, de 24 años de edad, tiene experiencia en este tipo de evento y se le considera un atleta internacionalmente exitoso.
Se inició en la práctia del tenis en 2012, a través de su integración al programa local de Olimpiadas Especiales y, al año siguiente, como integrante del seleccionado nacional que compitió en los II Juegos Latinoamericanos, conquistó dos medallas de oro.
El pasado año, en la siguiente edición de estos Juegos, celebrada en Panamá, se adjudicó de nuevo dos preseas, una de oro y otra de bronce.
Es miembro de una selección de 42 jugadores que se ha venido preparando por semanas en las instalaciones del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte en ruta a las olimpíadas especiales.
Su madre, Rosalina Camacho, ofrece un hermoso testimonio de cómo la práctica deportiva ha incidido de forma positiva en la vida de su hijo, quien fue diagnosticado con autismo.
Destaca que cuando su hijo ingresó a Olimpiadas Especiales hace seis años, lo hizo con tensión, ansiedad, aislamiento, poca comunicación, asma constante, inseguridad y distracción.
Expone que en poco tiempo todo eso cambió y que el impacto favorable que ha tenido y tiene el tenis en el desarrollo físico, intelectual, académico y social, es notable en Fabio Alexander.
La señora Camacho sostiene, asimismo, que el deporte ha representado un elemento importante en la integración grupal de Fabio, fortaleciendo su sentido de pertenencia, del ocio y del entretenimiento y lo ha enseñado a ser competitivo, optimista, seguro de sí mismo, ágil, activo y dispuesto.
De igual manera, el tenis ha repercutido de forma directa en su actitud frente a los demás y en el seguimiento a las normas de comportamiento, las cuales han sido afianzadas con gran relevancia en el marco de las actividades deportivas de Olimpiadas Especiales.
Dijo que el deporte ha tenido otros efectos de gran significación en este atleta, mejorando su salud y calidad de vida, así como su estado de ánimo.