La técnica también podría mejorar los tratamientos de enfermedades neurológicas y neuropsicológicas como el ictus, la depresión y el dolor crónico, informa el portal científico PLoS ONE.
La idea de estimular diferentes partes del cerebro con la electricidad puede sonar a ciencia ficción, pero estos tipos de tratamiento tienen una larga historia. Los primeros médicos y científicos como el romano Claudio Galeno y el persa Avicena, sin entender exactamente por qué la terapia eléctrica resultaba eficaz (utilizaban peces torpedo), descubrieron que podría ser usada para tratar, de manera no traumática, un gran número de enfermedades como el dolor articulatorio, los dolores de cabeza y la epilepsia.
Los métodos actuales de tratamiento incluyen una estimulación eléctrica transcraneal, es decir, la aplicación de electricidad de una intensidad directa (continua) de corriente entre dos electrodos en la cabeza, y sus usuarios destacan las mejoras en la memoria, en la capacidad de cálculo matemático o en la resolución de problemas. Y podría ir más allá.
En 2013, el doctor Shapour Jaberzadeh y su equipo del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Monash, Australia, descubrieron una nueva técnica que en comparación con la estimulación eléctrica convencional aumenta significativamente la excitabilidad del cerebro.
«Este tratamiento, que llamamos ‘estimulación transcraneal de corriente pulsada‘ (TPCS, por sus siglas en inglés), es una forma de estimulación no constante con periodos de ‘on’ y ‘off’, o pulsaciones entre los dos electrodos», explicó Jaberzadeh.
«Hemos descubierto que este nuevo tratamiento produce grandes cambios en el cerebro y que el intervalo entre impulsos también tiene efecto. Cuanto más corto sea el intervalo entre impulsos tanto mayor es el efecto de la excitabilidad del cerebro».
El doctor Jaberzadeh afirma que la técnica tiene implicaciones interesantes para toda una serie de condiciones en las que «la mejora de la excitabilidad del cerebro» tiene un efecto terapéutico. Estas condiciones incluyen los efectos de la formación específica de la tarea repetitiva para el tratamiento del accidente cerebrovascular y otros trastornos neurológicos, trastornos mentales y del tratamiento del dolor.