Gema Hassen-Bey quiere ser la primera mujer en silla de ruedas en subir al Kilimanjaro. Un reto al que se enfrenta como deportista y como emprendedora.
Tengo un reto y las empresas a las que les interesa se unen. Lo hago por un fin social, pero también conlleva un producto enfocado al mercado, explica. Una vuelta de tuerca a la Responsabilidad Social Corporativa convencional.
Gema Hassen-Bey es uno de los rostros más conocidos del deporte adaptado en España y una de las pocas atletas que ha participado en cinco Juegos Paralímpicos de forma consecutiva. Acostumbrada a superar obstáculos, quiere ser la primera mujer en silla de ruedas en subir al Kilimanjaro.
Un reto ambicioso que exige mucho más que esfuerzo físico, ya que ella se encarga de buscar financiación para el proyecto y colabora de forma activa en el desarrollo de las handbikes con las que aspira a coronar los 5.895 metros del techo de África.
«Mi objetivo es dejar un legado tecnológico que sirva para que gente como yo pueda llegar a la montaña». Para lograrlo cuenta con su propia fundación, Bey proAction, con la plataforma colaborativa Diverscity, y con varias start up con las que desarrolla productos que ayudan a personas con movilidad reducida.Cumbre Bey Kilimanjaro pondrá a prueba su capacidad de superación en muchos aspectos.
«Desarrollar un reto como este es muy complicado, más si eres mujer, y más aún si estás en una silla de ruedas», explica. La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) juega un papel importante en una iniciativa que está respaldada por el programaUniverso Mujer del Consejo Superior de Deportes y garantiza beneficios fiscales a los patrocinadores. Hassen-Bey, no obstante, reclama un rol distinto. Ella participa como deportista y como emprendedora.
«Las compañías están acostumbradas a escuchar tu idea y darte ayudas, pero yo tengo un reto y las empresas a las que les interesa se unen. Lo hago por un fin social, pero también conlleva un producto enfocado al mercado», explica. Una vuelta de tuerca a la RSC convencional.
«Necesitamos apoyar a los emprendedores con discapacidad. Hay una barrera que te frena cuando quieres ayudar a gente en mi situación. Parece que siempre tienes que recibir la ayuda, en vez de darla. Por eso hay que desarrollar más programas de financiación a autónomos discapacitados», reflexiona.
«En mi proyecto hay una parte social muy importante, pero también un nicho de mercado», algo que las empresas han empezado a entender. Ford es, una de las marcas que colaboran con Hassen-Bey y con la que está desarrollando la primera pick-up adaptada, accesible para montaña.
«Abrimos camino a la modalidad de bici por montaña para discapacitados y a la comercialización de un prototipo, pero la lucha diaria es por la parte social». Creer para seguir «Tras cinco Juegos Paralímpicos mi reflexión es que lo importante no es el resultado si no el camino que has seguido en la vida. Conseguir una medalla en esgrima fue un momento muy bonito que intento recordar siempre cuando estoy en un momento difícil. Si nosotros mismos no nos lo creemos, al final nos alejamos de nuestros objetivos. Recuerdo los JJ de BCN cuando a veces creo que no puedo, que no voy a ser capaz. Si alineas bien cuerpo, mente y motivación, ganas».
La importancia de la derrota
«Pese a los éxitos de Barcelona, yo no fui deportista hasta Sidney. Allí perdí por primera vez y tuve que enfrentarme a algo que antes no había experimentado. No estaba preparada para perder, había ganado siempre que había competido y no estaba preparada. Ahí fue donde entendí lo que es perder, y un buen deportista debe saber catalizar las victorias y las derrotas sin dejar de disfrutar por ello».
El deporte, una superación
«La esgrima es un estilo de vida, dentro y fuera de las pistas siempre estás superando retos. No hay que rendirse. Cuanto más difícil es el reto, mejor. Siempre vi el deporte como una superación. Ahora mi objetivo no es lucir una medalla, ahora mi objetivo es ponerme al servicio de un legado tecnológico para que gente como yo pueda llegar a la montaña. Con la fundación ProAction puedo decirle a la gente que tengo miedo, pero que lo voy a superar».
Más súperhumanos, menos superhéroes
«El deporte no necesita superhéroes, necesita superhumános. En ese mensaje me encuentro más cómoda. No presumo de resultados, para mí es más importante cómo hago las cosas, el esfuerzo que me supone alcanzar mi objetivo, los sacrificios para alcanzar la cima, no alcanzar la cima en sí».
Lo importante no es la victoria, sino cómo la has alcanzado
«En el deporte de hoy en día se hace una mala gestión de la victoria. Hay que dar más importancia a cómo se consiguen los triunfos que al propio triunfo. El esfuerzo que ha costado llegar hasta ahí no se valora, no se le da la importancia suficiente».El éxito es superar tus miedos»Yo tengo miedo, eso es humano. Superarlo es los súperhumano. Cuando lo superas es cuando consigues el éxito».
Cambiar la forma de ver los Juegos Paralímpicos
«Tras los Juegos de Pekín presenté un proyecto a RTVE para cubrir la información del deporte paralímpico de la misma manera que se cubre el deporte olímpico. Les gustó, y en Londres hablé con la sección de Deportes de TVE y con el COE para contar en TV los JJ Paralímpicos con un tratamiento y una cobertura similar a la que se da a los deportes olímpicos. El primer Resumen especial de los Juegos Paralímpicos fue un proyecto pionero que ideé y presenté en Teledeporte. Eso me sirvió para posicionarme dentro del mundo de la comunicación».
El reto del Kilimanjaro nace en la cama de un hospital
«Después de eso pasé un tiempo hospitalizada. Fue entonces cuando Carlota Castrejana, atleta olímpica con la que había coincidido en los JJOO y amiga personal, me convenció para subir al Kilimanjaro. Vi que nadie en silla de ruedas había subido antes por sus propios medios antes y entonces me decidí a hacerlo. Ese reto suponía desarrollar tecnología para ayudar a otras personas. Abrimos una vía cerrada hasta ahora, que la gente con una discapacidad como la mía pueda subir y disfrutar de la montaña».
Una handbike y ropa específica para montaña
«Trabajamos en varios prototipos destinados a facilitar la movilidad en montaña con distintas pendientes y en distintos tipos de terreno. Ya hemos superado pendientes del 60%. Ahora estoy enfocada en solucionar el tema de la temperatura. Las empresas han entendido que en mi proyecto hay una parte social muy importante y, además, un nicho de mercado. Yo creo que con todos los recursos que hay en la actualidad, es perfectamente posible que una persona con movilidad reducida pueda subir a una montaña».Deportista y emprendedora»Trabajo en dos frentes. Por un lado, como deportista, en un terreno muy complicado, que es la montaña. Por otro, soy una emprendedora que desarrolla productos que ayuden a personas con movilidad reducida. Cuesta mucho desarrollar todo esto, más si eres mujer, y más aún si estás en una silla de ruedas».
Exceso de paternalismo
«Hay mucho paternalismo porque las empresas está acostumbradas a escuchar tu idea y darte una ayuda. En mi caso, yo tengo un reto y lucho por él y las empresas a las que les interesa se unen a ese reto. Yo lo hago por un fin social que a su vez conlleva un producto enfocado al mercado. Es interesante».
«Necesitamos ayudar más a los emprendedores con discapacidad. Hay una barrera que te frena cuando quieres ayudar a gente que está en mi misma situación. Parece que siempre tienes que ser tú el que recibe la ayuda, en vez de ser quien la ofrece. Por eso hay que desarrollar más programas de financiación para autónomos con discapacidades que tienen un proyecto y lo quieren llevar a cabo».
Plataforma colaborativa
«La plataforma colaborativa Diverscity es un proyecto en 360º y cualquiera que quiera ayudar puede hacerlo. Cada uno tiene una habilidad específica y todas son necesarias y bienvenidas. El espíritu de Diverscity es que todos tenemos capacidades distintas y unidas mejoran el mundo. Pymes, grandes empresas, gente anónima, todos aportan algo. Con Ford hemos desarrollado la primera pickup adaptada accesible para montaña».
Un reto con tirón mediático
«Las empresas se han dado cuenta de que la gente se engancha al proyecto. Hay mucho engagement porque las subidas a las cimas tienen repercusión mediática y eso genera afinidad, anima a las personas y a las empresas a sumarse al proyecto».
Embajadora del proyecto Universo Mujer
«También colaboro con el Consejo Superior de Deportes. Soy embajadora del proyecto Universo Mujer y todas las empresas que decidan apoyar mi proyecto mediante un patrocinio se tendrán los mismos beneficios fiscales que las compañías adheridas al programa universo mujer, con desgravaciones del 90%. En el Kilimanjaro todas las empresas y voluntarios que me han ayudado de un modo u otro obtendrán un retorno».
Una nueva modalidad deportiva
«El reto del Kilimanjaro permite dar una solución de movilidad a las personas con movilidad reducida. Trabajamos en un vehículo que nos dé acceso a la montaña. Es un proyecto sin ánimo de lucro y por eso donamos todo el beneficio que obtenemos. Abrimos camino hacia una nueva modalidad deportiva de bici por montaña para discapacitados».»También estamos ayudando a abrir mercado, a desarrollar un prototipo de handbike para montaña. Aunque se comercialice el prototipo, la lucha diaria es por la parte social de este proyecto, por esa parte social es por la que hago el reto y por la que dedico vida».