Stabler, leyenda de la NFL en los años 70, era uno de los jugadores más destacados de la historia del fútbol americano. De hecho, conquistó la Super Bowl con los Oakland Raiders en 1977. Fue en esta franquicia en la que desarrolló la mayor parte de su carrera deportiva, ya que permaneció en el equipo desde 1970 hasta 1979. Fue antes de fichar por los Houston Oilers, en los que estuvo durante dos temporadas, y por los New Orleans Saints, en los que disputó tres ediciones de la competición.
Acabada la trayectoria deportiva, comenzó su labor como comentarista de televisión. Fue su última gran ocupación antes de que, a inicios de febrero del pasado año, se le detectara un cáncer de colon. El avance de la enfermedad fue imparable y Stabler falleció el 8 de julio de 2015 a los 69 años.
Fue entonces cuando los científicos decidieron explorar su cerebro, una petición que el exjugador había hecho pública en los meses anteriores a su fallecimiento. Stabler sufría una encefalopatía traumática crónica y los médicos decidieron intentar averiguar cuáles podían haber sido sus causas, con el objetivo de que no se repitiera en el futuro.
Comprobaron de esta manera que las lesiones cerebrales eran muy comunes en Stabler. Algunas de ellas, incluso, afectaban a varias regiones del cerebro. La singularidad de su caso es que es el primer caso confirmado de CTE en un quarterback.
En los últimos tiempos la protección que llevan los jugadores de la NFL, especialmente los quarterbacks. L os expertos consideran que los jugadores de fútbol americano, debido al tipo de actividad que desarrollan, tienen opciones más altas de lo habitual de sufrir este tipo de enfermedades. Ya sólo queda libre de esta enfermedad la posición de ‘kicker’ en el deporte estrella de Estados Unidos.
Ken Stabler, otra leyenda de la NFL que sufría una lesión cerebral
