José Manuel Ruiz debutó esta semana en el Campeonato de España absoluto de tenis de mesa que se celebra en Antequera. Está exento de la fase previa gracias a su posición en el ránking nacional. Ocupa el puesto 25 y es el único de los 71 participantes que tiene discapacidad. Nació hace casi 40 años -los cumple este verano- con agnesia (falta de desarrollo) en el brazo derecho pero nunca ha sido un obstáculo para alcanzar la élite y mantenerse.
«El tenis de mesa es uno de los deportes más inclusivos que hay. Tu nivel deportivo es el que marca en qué categoría juegas, no tu edad o tu condición física, tengas limitaciones o no», explica. Su objetivo en Antequera, a nivel individual, es acabar entre los ocho mejores y por equipos, volver a subir al podio. Tiene tres bronces absolutos en ediciones anteriores.
Lleva años entrenándose y compitiendo con gente sin discapacidad. Desde que con 13 cogió una pala por primera vez, el granadino no ha parado de derribar barreras. Es el único deportista paralímpico, de las tres últimas décadas, que ha competido en la Superdivisión, la máxima categoría del tenis de mesa español. Lo ha hecho con clubes de La Zubia (Granada), Burgos, Ceuta y Rivas (Madrid). El año que viene lo hará con el Cambados, equipo con el que este año ha conseguido el ascenso. Será su octava temporada en la élite nacional, entre los mejores.
A por sus séptimos Juegos
Este maestro de Educación Física en un colegio de Granada quiere seguir haciendo historia y se ha marcado como reto convertirse en el primer deportista masculino español en participar en siete Juegos Paralímpicos. Desde que debutó con 17 años en los de Atlanta 96, no se ha perdido ninguno y en los de Río 2016 fue el abanderado español.
Para ello ha planificado los dos próximos años compitiendo y entrenando entre los mejores. «Al menos una vez al mes, iré una semana o 10 días al Centro de Alto Rendimiento de Madrid a las concentraciones de la selección absoluta e intentaré acudir al mayor número de pruebas del Pro Tour absoluto para medirme con los mejores del mundo y al mayor número de pruebas internacionales paralímpicas para sumar puntos en el ránking. Esta vez para Tokio sólo se clasificarán directos los cinco o seis primeros», explica.
Con el objetivo de llegar con opciones de seguir ampliando su palmarés (cinco medallas paralímpicas, nueve en Mundiales y 18 en Europeos) ha lanzado la campaña #7enTokio. Su objetivo es captar patrocinios que le permitan dedicarse plenamente a preparar esa cita. «Quiero hacer historia», dice. «Siempre gusta el que tu nombre aparezca como un referente en participaciones en unos Juegos. Llegaré con 42 años a Tokio. A nivel competitvo va a ser la última vez que llegue con edad para rendir, por eso quiero intesnsificar la preparación y hacer ese esfuerzo para conseguir las medallas. Serán mis últimos Juegos en los que a nivel competitivo pueda luchar por las medallas», reconoce.