Philippe Ribière es un escalador profesional. Forma parte del equipo Petzl y su especialidad es el Boulder, una modalidad de escalada que consiste en escalar bloques de roca o pequeñas paredes, de hasta 8 metros de altura, sin la necesidad de los materiales de protección convencionales de la escalada (cuerda, arnés, elementos de fijación, etc.).
Ribière fue abandonado por sus padres a los pocos meses de vida. Nació con evidentes signos de deformación y le diagnosticaron síndrome de Rubinstein-Taybi, una enfermedad genética caracterizada por el retraso mental, por tener los pulgares y primeros dedos de los pies anchos (en porra o maza), baja estatura y rasgos faciales característicos.
Su pasión por el deporte al aire libre le llevó a practicar ciclismo, kayak, senderismo o escalada. “Me entusiasmaba la idea de apuntarme a un club ciclista. Por desgracia, o por suerte, el responsable del club rechazó mi matrícula sin explicación alguna. Fue entonces cuando me apunté al club de escalada, y dos años más tarde llegué a la final de los campeonatos junior de Francia. Fue una experiencia emocionante, ya que fue la primera vez en que sentí que el tiempo no importaba. Lo pasábamos bien, nos acostábamos tarde y comíamos mal. Y, sobre todo, éramos libres. Puede que ese viaje influyera en mi personalidad”.
Actualmente vive en una furgoneta. No está más de dos días en un sitio fijo. Gracias al patrocinio de Petzl puede dedicar las 24 horas del día a la escalada deportiva. “La escalada me inspira confianza, me da la seguridad de sentir brazos y piernas, el simple placer de estar al aire libre. La escalada responde a mi necesidad de compromiso, le da sentido a mi vida, me permite crecer como persona, acceder a cierto nivel social, conocer a los mejores escaladores y organizar eventos para personas con problemas de movilidad, gracias a las asociaciones Handi-Grimpe y Evolution Tour“.
Pese a sus limitaciones físicas, apenas tiene movilidad en las manos para coger una taza de café metiendo el dedo en el asa, supera rocas solo al alcance de los mejores escaladores del mundo. “No hay nada difícil, todo es cuestión de aceptación y de percepción. La minusvalía es el mayor regalo que la naturaleza haya podido darme. Superar mis derrotas es la mejor manera de rebelarme. No olvido que no soy más que una pequeña partícula en el universo. Mi objetivo es transmitir mi testimonio en una sola dirección, pero a los cuatro rincones del mundo, ya que creo que puedo aportar mi granito de arena. Creo en el compromiso, la honestidad y el respeto por los valores deportivos. Uno de mis sueños es avanzar en el campo de la fotografía y poder captar lo invisible”.
Logros destacados
Una etapa de la Copa del Mundo (escalada de dificultad) en el 2000. El año 2000 marcó el comienzo de la labor para el reconocimiento de los escaladores con minusvalías: encuentro con las federaciones internacionales (ICC y UIAA), demostraciones con escaladores minusválidos en el Campeonato Europeo de Escalada en el 2002 y del Mundo en el 2003.
Creación de la asociación Handi-Grimpe en el 2003. El primer evento Handi-Grimpe tuvo lugar en Gard, con la colaboración del club local Roc’N Pof, el Consejo General de Gard, la Dirección del Departamento de Juventud y Deporte y la FFME. Estuvieron presentes el Campeón de la Copa del Mundo, Jérôme Meyer, y el medallista paralímpico de los Juegos de Atlanta, Dominique Andre.