Era tanto el dolor que sentía Shaquem Griffin (nacido en San Petersburgo en 1995) cuando niño, que decidió amputarse la mano izquierda. Sus padres, Tangie y Terry, lo descubrieron a los cuatro años de edad en la cocina, cuando intentaba cortarse los dedos de la mano con un cuchillo, por una dolencia incontrolable.
Lo llevaron al doctor y el diagnóstico fue claro: su muñeca izquierda sufría del síndrome de bridas amnióticas. En lo concreto, su extremidad superior se había enredado con una fibra durante el embarazo, lo que hizo que quedara atrofiada e incapacitada para desarrollarse, por lo que los médicos decidieron cortársela para evitarle el dolor.
El amputamiento no fue impedimento para su acercamiento a los deportes. Su progenitor lo inició en la actividad junto a su hermano gemelo, Shaquill. A los dos los entrenó a la par, sin hacer diferencias. Su idea era desarrollarse para tener una carrera profesional, con el debido paso previo por la universidad. A pesar de las aptitudes que demostraba Shaquem, generaba dudas en los captadores por su discapacidad.
No obstante, la Universidad Central de Florida decidió apostar por ambos y no se equivocó. Shaquill se lució como cornerback y Shaquem dejó de ser receptor para convertirse en linebacker .
Sus números en la universidad fueron tan impresionantes que ya no había dudas de que sus características no eran un obstáculo en su camino para convertirse en profesional. 195 tackles , 18 atrapadas, cuatro balones sueltos forzados y cinco pelotas recuperadas sustentaron su elección y alimentaron sus opciones.
Hace unas semanas fue elegido en la quinta ronda del draft por los Seattle Seahawks. Si supera los cortes previos de temporada, será el primer jugador amputado en la historia de la NFL. «Debo asegurarme que les doy a los entrenadores la oportunidad de ver quién soy», declaró.
Aunque le han ofrecido prótesis de todo tipo, Griffin ha descartado todo. Se siente más cómodo sin una mano.
Shaquem Griffin, el jugador con una mano que revoluciona la NFL
