BILBAO- “Sois el ejemplo perfecto para el resto de personas”, les dijo ayer Iñigo Urkullu a los galardonados con los premios GaituzSport, aquellos que reconocen el trabajo de personas y entidades para construir una sociedad más inclusiva e igualitaria a través de la cultura y, sobre todo, del deporte.
“Sois el revulsivo que las personas necesitan para animarse a hacer deporte”, prosiguió el lehendakari. Enfrente, sentados en el auditorio del Palacio Euskalduna, se encontraban el esquiador paralímpico Jon Santacana, la jugadora del Athletic Eunate Arraiza, el paratleta Javier Conde y representantes del centro deportivo Hegalak, del centro de orientación pedagógica Berritzeguneak y del proyecto Mosaico de Sonidos, promovido por la Orquesta Sinfónica de Bilbao.
Todos ellos fueron premiados por demostrar que la discapacidad nunca es una excusa y que, de la mano, todos podemos hacer que Euskadi se convierta en una sociedad cada vez más equitativa. Porque ayer Bilbao vivió su noche más inclusiva del año, en una temporada que está resultado pletórica para el deporte adaptado vasco con la plata de Santacana en los Juegos Paralímpicos de Invierno, el debut de Arraiza con la selección absoluta estatal, la designación de Richard Oribe como Tambor de Oro de Donostia y el reciente subcampeonato europeo del Bidaideak BSR. “Vuestro trabajo sitúa a Euskadi como paradigma del modelo de la práctica deportiva”, agradeció Urkullu.
El evento, organizado por la Federación Vasca de Deporte Adaptado (FDVA), fue todo un éxito, pero también fue el momento perfecto para reivindicar “una inclusión plena”. Eso es lo que pedía Porfi Hernández, presidente de la FDVA, ayer anfitrión: “Los premiados son modelos para todos, el ejemplo del máximo objetivo que perseguimos con este proyecto: hacer deporte en igualdad de condiciones. Porque queremos participar como ciudadanos de pleno derecho en las actividades cotidianas”.
Hernández admitió que, aunque todavía queda mucho por hacer y por luchar, la sociedad ha dado pasos hacia delante. Y Santacana, el primer premiado en hablar, lo corroboró: “Ojalá la sociedad hubiera sido así cuando yo tenía cinco años”. El esquiador, afectado por la enfermedad de Stargardt, que le redujo al 5% su visión, piensa que la verdadera igualdad llegará cuando “todos seamos deportistas a secas”, sin el “para” por delante, por lo que animó a “seguir en esta línea para conseguirlo”. La rojiblanca Arraiza, por su parte, fue mucho más concisa:
“Sigamos luchando”, exclamó delante de los micrófonos con su premio en la mano. Considerada una de las mejores laterales zurdas del momento, la navarra siempre ha reconocido que su sordera fue una desventaja, pero no por ello una limitación. Y así lo demuestra con su sexto año en las filas del Athletic. Mientras que Javi Conde, considerado el mejor paratleta estatal de todos los tiempos, deseó que “el buen momento que está atravesando el deporte vasco adaptado sirva para dar mejor visibilización de las personas con discapacidad”.
GaituzSport, unos premios por la integración
