La vida sucedía bastante normal para la británica hasta el día en que dos uñas se le encarnaron. Lo que parecía un problema de rutina terminó convirtiéndose en una terrible pesadilla. En el año 2012, tras varios meses de incomodidad, decidió someterse a una pequeña cirugía para desencarnarse el par de uñas y volver a ser una mujer feliz. Pero las cosas no resultaron según lo planeado.
Su historia comienza luego que se infectó producto del Síndrome de Dolor Regional Complejo. Este le provocó agonizantes dolores y eventualmente su pie se puso totalmente negro. No obstante, la infección le generó septicemia.
Cuando los doctores se negaron a la petición de Hannah que le amputara la pierna por la condición que tenía por fin consiguió a alguien, que lo hizo por una suma importante de dinero.
Hannah pago la cantidad de 5,000 libras para que su propia pierna fuera amputada debido a que su sueño de apuntar hacia los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 fueron más fuertes que el escuchar un “no” como respuesta.
Hannah ya no tiene pierna, situación que fue en sus palabras “una situación que le cambió la vida y para bien”.
A partir de ahí, su misión fue aceptar su nueva vida y luchar. Actualmente es Campeona Nacional Paralímpica PTS4 en triatlón y su sueño es competir en los Juegos de Tokio 2020.
“Espero poder representar a Gran Bretaña en los Juegos Paralímpicos de 2020”, dice. “Ahora el cielo es el límite y apenas puedo esperar para hacer que mis sueños se hagan realidad”, complementa. Según los médicos que la tratan, el panorama es muy prometedor.