El linebacker de la Universidad de Florida Central (UCF), Shaquem Griffin, ya comenzó a dar de qué hablar a pesar de que aún no ha llegado a la NFL.
Shaquem, hermano gemelo del cornerback de los Seahawks de Seattle, Shaquill Griffin, se proyecta como selección de quinta o sexta ronda del sorteo de novatos de la NFL en abril próximo al impresionar por sus dotes y habilidades. Y sus talento no es lo único que llama la atención, sino también su increíble historia de superación: Griffin no tiene la mano izquierda.
Con su talento, ha demostrado que esa proyección de cara al draft es basada puramente en sus habilidades y no por una historia de interés humano.
“Como fisiólogo y biomecánico, vale la pena resaltar que muchas de las cosas que él logra es porque no tiene un defecto genético ni neuromuscular con el que nace. Es un defecto congénito porque la bolsa del líquido amniótico le pilló la manita izquierda y no dejó que se desarrollara como tal sus ligamentos ni los huesitos de la mano”, explicó el preparador físico puertorriqueño y fisiólogo del ejercicio, José Cruz, con vasta experiencia entrenando y rehabilitando atletas de diversas disciplinas, mayormente del béisbol.
“Por eso es que después que nació, le tuvieron que amputar los deditos de la mano como a los cuatro años, porque le dolían. Como que no era parte de él”, agregó Cruz, quien conoce muy bien la historia del linebacker de UCF al quedar impresionado por su explosividad.
Griffin cronometró 4.38 segundos en las 40 yardas durante el evento del NFL Combine, unas pruebas de una semana de duración en febrero durante las cuales el talento elegible para el sorteo de novatos se expone a los cazatalentos. De inmediato, comenzaron las comparaciones y a fluir los datos, como el hecho de que ningún jugador defensivo de más de 225 libras de peso, del 2000 al presente, ha logrado bajar de los 4.40 segundos en las 40 yardas del NFL Combine. Griffin pesa 227 y superó esa barrera.
Y lo que le falta de extremidad, le sobra en fortaleza, pues también impresionó con las 20 repeticiones de bench press que realizó, con un peso de 225 libras y utilizando una prótesis para poder sostener la pesa.
Cruz entiende que lo que ha ayudado a Griffin a desarrollarse y brillar es su mentalidad; es la de un vencedor.
“La mentalidad es lo más importante en un atleta. Decir ‘yo puedo, yo quiero, yo lo voy a hacer’. Es tremendo atleta. Inclusive le adaptaron una prótesis para poder hacer algunos ejercicios. Pero la prótesis es para entrenar uno que otro músculo, porque él ya se acostumbró a recibir la bola y a moverse para ir a buscar el balón con su muñón”, dijo Cruz.
“Creo que él desde niño, cuando iba creciendo, se dio cuenta que tenía unas habilidades y le enfatizaron mucho que él podía. No creó complejos y el tipo creyó en él”.