El diseño de la silla de ruedas apenas ha cambiado desde 1783, cuando el británico John Dawson creó la silla de ruedas «bath»: un asiento sobre dos ruedas grandes y una pequeña.
Originalmente diseñada para incluir a enfermos en actividades sociales en las piscinas romanas de la ciudad de Bath, al sudoeste de Inglaterra, ganó popularidad rápidamente y en 1830 comenzó a usarse como modo de transporte para las personas con discapacidad.
Sin embargo, pese a unas mínimas modificaciones durante los siglos XIX y XX, como añadir ruedas de caucho y eliminar la rueda más pequeña, este sencillo artilugio todavía está lejos de alcanzar el ideal para muchos usuarios.
Y ahí fue donde entró en juego un grupo revolucionario de jóvenes inventores suecos.
Fueron los ganadores en la categoría de transporte —y uno de los favoritos del público— del Premio Beazley al Diseño del Año 2017, del Museo de Diseño de Londres., Reino Unido.
Su producto: Scewo
El dispositivo, capaz de subir escaleras, fue creado por un grupo de 10 estudiantes. en colaboración con el Instituto Federal Suizo de Tecnología, en Zúrich, y la University of the Arts de Londres.
El invento superó a un tranvía propulsado automáticamente, a un robot para transportar compras personales y a un taxi acuático de bajo consumo en la carrera por el premio ganador.
La silla permite a la gente con discapacidad llegar fácilmente a lugares que antes les habrían resultado inaccesibles: un innovador sistema retráctil de orugas de goma facilita la maniobra para subir y bajar escaleras.
La silla «del futuro»
Uno de los diseñadores, Thomas Gemperle, viajó desde Suiza hasta Londres para recoger el premio.
El estudiante le contó a la BBC que la idea para crear la silla Scewo surgió en 2014, cuando él y su equipo supieron de un campeonato para atletas con prótesis biónicas llamado Cybathlon.
«Decidimos desarrollar una silla de ruedas para subir escaleras con la que queríamos participar en la competición», explicó Gemperle.
Con ayuda de una campaña de financiación colectiva en el sitio web Patreon para crear la «silla de ruedas del futuro», los estudiantes desarrollaron un prototipo funcional.
Ahora están creando una nueva versión que esperan introducir en el mercado suizo a mediados de 2019.
«Las escaleras se pueden subir hacia atrás y hacia adelante. Las pistas se adaptan al ángulo de la escalera automáticamente y mantienen el nivel del usuario en todo momento», añade Gemperle.
Dejando a un lado esta funcionalidad pionera que hace que las sillas sean livianas, tiene también un par de ruedas adicional en la parte trasera para que los usuarios puedan elevar el nivel de su asiento.
Las ruedas grandes permiten también que la silla supere obstáculos como curvas, vías de tren, terrenos pantanosos y piedras más fácilmente.
El diseño sencillo contrasta con algunos ingenios sutiles en su interior.
No solo la hacen única su agilidad y fuerza, sino que además puede girar haciendo virar el peso de la parte superior mediante una palanca.
Cuenta, además, con funciones de seguridad adicionales. «El tren de propulsión especial le permite sostenerse mejor en las escaleras e imposibilita que pueda volcarse hacia cualquier dirección. El mecanismo de inclinación es muy simple, y solo requiere una junta rotativa», explica Gemperle.
Superando límites
El inventor se muestra optimista sobre lo que la libertad de su diseño podría aportar a quienes tienen que moverse en silla de ruedas.
Al eliminar por completo la tecnología y el diseño en que se ha basado este aparato por décadas, Gemperle y su equipo se sintieron frustrados por los límites de los dispositivos actuales.
«Creemos que la industria de la silla de ruedas ha estado adormecida durante demasiado tiempo y vamos a sacarle provecho a esa situación. Queremos cambiar lo que la gente piensa sobre las sillas de ruedas», asegura el joven suizo.
Gracias a su funcionalidad y su diseño único, espera que la gente «mire a los usuarios de Scewo con admiración, y no con pena«.
«Creemos que la colaboración cercana entre ingenieros y diseñadores industriales es la clave de nuestro éxito y lo que hace que la compañía sea especial».
Entre nominados previos de los Premios Beazley se incluyen el iPhone de Apple, la caldera olímpica de Thomas Heatherwick y el álbum Black Star de David Bowie (diseñado por el tipógrafo y diseñador gráfico Jonathan Barnbrook).
Este reconocimiento implica que la silla Scewo podría seguir los pasos de esos icónicos diseños, y tal vez reinventar el mercado de la movilidad.
Y aunque todavía falta tiempo para que salga a la venta, su perfil global está avanzando.
«Por supuesto, el premio nos ofrece la posibilidad de conectar con gente nueva, como otros diseñadores o personas con discapacidad de todo el mundo», dice Gemperle.
«Pero es incluso más interesante porque nos da la convicción de que estamos haciendo bien nuestro trabajo. Es momento de llevar el diseño de las sillas de ruedas a un nuevo nivel. Este premio es el comienzo de ese camino».