«Disfruta de la vida y no dejes que la vida disfrute de ti». Ese es el lema de Moha Archi, marroquí nacionalizado español de 19 años y uno de los pocos jugadores que practican la modalidad de fútbol para amputados en España. A Moha le falta la pierna derecha. La perdió cuando tenía 6 años en Marruecos en un accidente de tráfico. Una tragedia que, pese a su magnitud, no le impidió lograr su sueño. Ahora es internacional con la selección española.
La historia de este futbolista comienza hace siete años cuando llegó a España huyendo de la policía para tener la oportunidad de alcanzar una vida mejor. «Estaba perdido en Marruecos, aquí en España tenía más posibilidades. Tratan a los minusválidos mejor. Allí la policía me pegaba cuando intentaba escapar para venir, me llamaban ‘cojo de mierda’. Era muy difícil», señala. Una vez alcanzado territorio nacional, se afincó junto a su familia en un pueblo de Madrid, Sevilla la Nueva. Había llegado la hora de pelear por aquello que tanto deseaba.
«Cuando llegué, jugaba solo en el estadio del pueblo, nadie me conocía. Fue así hasta que llamé la atención de uno de los entrenadores que me vio jugar y me ofreció hacer las pruebas con el cadete. No podía jugar partidos porque no tenía las dos piernas, así que fue mi entrenador quien, tras ver un documental sobre el fútbol para amputados en España, se puso en contacto con los responsables para que yo pudiera jugar con ellos», afirma.
Con Ramos y Silva en el espejo
Desde entonces, su carrera ha sido fulgurante. Jugando como extremo se ha convertido en uno de los futbolistas más espectaculares de la selección española, campeona del pasado torneo de fútbol de amputados disputado en Barcelona . «Creo que soy el más rápido de la selección y de Europa», explica.
Unos resultados que no son fruto de la casualidad sino del trabajo: «Me entreno entre dos y tres horas diarias, de lunes a viernes. Los fines de semana hago bici y natación».
Tiene buenos espejos donde mirarse, ya que no oculta su admiración por Sergio Ramos y David Silva dentro de la selección absoluta. Aunque, si tiene que elegir a alguien cuyo fútbol se parezca al suyo lo tiene claro: «Sin duda Cristiano. Corro mucho como él y disparo fuerte, aunque estoy seguro de que él con las muletas no lo haría tan bien», afirma sonriente.
Su sueño es el de convertirse en el mejor futbolista amputado del mundo a nivel profesional. Sin embargo, el lograr el reconocimento por parte de los organismos internacionales va más despacio de lo que él espera: «No tenemos ayudas. La UEFA no nos da publicidad. No tenemos patrocinadores ni para ir al Mundial. Tenemos que buscarlos los propios jugadores y si no los encontramos no vamos a ningún lado». A buen seguro lo conseguirán. Moha no sabe rendirse.
El gigante corazón del marroquí que juega fútbol sin una pierna
