Sólo tenía 13 años cuando en un accidente se dañó tres vértebras de la columna vertebral, dejándolo paralizado de la cintura para abajo. Cualquiera podía fácilmente desmoronarse en estas situaciones, pero Andrew tomó su lesión como motivación para esforzarse más.
El cambio ocurrió cuando descubrió que aún podía continuar con sus pasiones, sólo tenía que cambiar la forma en que las hacía. Un fisioterapeuta lo introdujo al esquí mono-alpino.
El esquí alpino paralímpico es para atletas con discapacidad. Se enraizó el deporte y todo lo demás le pareció pan comido. Ganó cuatro medallas en el campeonato mundial. Más tarde, en 2014, se unió al equipo paralímpico de Estados Unidos para participar en los juegos de invierno.
Pero de nuevo, mientras practicaba en Rusia, se encontró con una tragedia. Se cayó y se rompió la espalda. Como la inspiración que es, convirtió lo negativo en positivo y comenzó a trabajar para superar su lesión.
Ahora, a la edad de 26 años, está de vuelta en los juegos de invierno derrotando todas las probabilidades. Andrew es también portavoz de Children’s Miracle Network y quiere inspirar a la gente con su historia.
Su testimonio es seguramente una inspiración para otros y esperamos que lo haga bien en los juegos de invierno. Mira el vídeo para ver a Andrew en acción:
Estar paralizado a temprana edad no le impidió cumplir su sueño de ir a unos Juegos Paralímpicos
