Cécile Hernández-Cervellón ama la montaña, la vive con pasión; disfruta cada segundo que pasa en ella consciente de la segunda oportunidad que la vida le está regalando. Cécile, oriunda de Perpignan, es una excelente periodista, motivadora profesional y medallista paralímpica en Sochi 2014 en la especialidad de snowboard. El caso de Cécile es un maravilloso ejemplo de cómo la montaña puede curar, pues de algún modo, la montaña le aportó (y le aporta) a Cécile la fuerza necesaria para seguir levantándose cada día con una energía imparable tras recibir, a finales de 2002, una noticia que cambiaría su vida por completo. Hablar de deportes de invierno para discapacitados no es algo que hagamos habitualmente, no suele ser un tema recurrente en un bar o en una reunión de amigos, por tal motivo, considero necesario acercar este tema al gran público de un modo sencillo, sin dramas ni excesos, tal y como Cécile nos lo quiere explicar.
Cecile inició su carrera deportiva antes de 2002, destacando a nivel internacional en el mundo del BMX y no tardó en descubrir el apasionante mundo del snowboard y los deportes de montaña, lanzándose a respirar aire puro en altitud. Tras superar física y mentalmente una enorme barrera que el destino levantó en su vida, regresó al snowboard adaptado para discapacitados en diciembre del año 2013, siendo ya una respetada periodista.
Su participación en los Juegos Paralímpicos, no fue algo planeado con antelación. En 2011, a pesar de que los músculos de su pierna derecha seguían atrofiados, volvió a practicar deportes; llegando a un punto de inflexión en 2013 tras una reunión con Patrice Barattero durante una estancia en los Alpes, en Valmorel. Después de un cuarto lugar prometedor en el Mundial, recibió el apoyo necesario para poder clasificarse para los Juegos Paralímpicos de Sochi y formar parte de la delegación francesa, logrando una medalla de plata en snowcross, un sueño que para Cécile parecía inalcanzable.
Quedar segunda por detrás de gente como Bibian Mentel-Spee y por delante de Amy Purdy, no es algo que pasa todos los días, y en el mundo del snowcross para discapacitados, son muy conscientes de ello.
El 15 de junio 2014 fue condecorada como Caballero de la Orden Nacional del Mérito por el Presidente de la República francesa, François Hollande.
Poder conversar con Cécile en Les Angles, donde entrena, resulta muy enriquecedor. Pocas veces uno tiene la posibilidad de escuchar historias tan profundas, tan duras…y solo puedo agradecer a Cécile su tiempo y a Antonio Martín el poder contar con alguien tan interesante y valiente. Mil gracias.
Cécile, eres un ejemplo de superación y de lucha, has participado en unos JJOO y te has llevado una medalla de plata. ¿Puedes recordarnos como y cuando empezó tu viaje personal de la sombra a la luz?
El 21 de octubre del año 2002, con 28 años, me despierto por la mañana y noto que no puedo levantarme, mis piernas no responden. Un reflejo me empuja a volver a repetir el gesto, pero no puedo. Me encuentro tumbada, sin poder sentir nada. Son unos segundos, pero me doy cuenta que estoy paralizada. Es en eso momento cuando te pasan muchas cosas por la cabeza, escuchas la voz de alguien que te quiere y que te anima, suena el teléfono, viene gente… son recuerdos que ahora tengo presentes pues han marcado un antes y un después en mi vida.
El diagnóstico fue demoledor…
El doctor que me atendía me dijo que no volvería a andar, jamás.
Me dijo textualmente: – Me sabe muy mal pero usted sufre lo que en francés conocemos como “sclerose en plaques”, es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central. La esclerosis múltiple no perdona, lo sabía…
Quienes no lo vivimos, por mucho que lo intentemos, no podemos saber lo que se siente. Supongo que la reacción inicial es de las que marcan el futuro…
Quería irme, hacer algo, me negaba a aceptar que viviría el resto de mi vida inválida. Me pasé siete semanas en el hospital donde me animaban a afrontar una nueva vida en silla de ruedas, pero cuando has tirado la toalla, cuesta mucho volver a recuperar la moral y me centré en luchar, en poder volver a caminar, a levantarme. Dije adiós al pasado y me concentré en el presente. Un día, puse la mano en mi tibia y a diferencia de otras veces, sentí algo, una sensación mínima, pero sentí algo…y pensé que saldría de esta, no podía rendirme, sabía que en aquel momento iniciaba un combate a vida o muerte contra la enfermedad. Poco a poco recuperé la movilidad, trabajando muy duro y centrándome a la vez en el periodismo.
Este es el tema que ahora tocaremos, ¿cómo te cambió la enfermedad, que puertas o ventanas abrió?
La enfermedad me abrió las puertas de algo nuevo, iniciando una nueva carrera como periodista centrada en el mundo del deporte, escribiendo crónicas. Me ofrecieron trabajar en radio, pero dije que no, yo quiero escribir, quiero escribir mis crónicas y así lo hice. Me concentré trabajando con Editions du Rocher, fue gracias a esa experiencia cuando ahora mas que nunca creo que necesitamos un periodismo profesional, necesitamos fomentar deportes con orientación profesional.
Escribir ayuda muchísimo…
«Escribir me iría bien, y acepté. Cecile está bien, está viva, puede hacer cosas, vivir el presente. Necesitaba ayuda y aceptar lo que venía fue el principio de la recuperación. Centrarme en la escritura me ayudó muchísimo, y empecé a hablar de ello a nivel de motivación.
¿La montaña puede curar?
«Para mi si. Me encanta la montaña, disfruto de ella de un modo único; soy de las que se escandaliza cuando me encuentro colillas o basura en la nieve. Practicar deportes de montaña debería sensibilizar mucho mas a la sociedad a la hora de respetar el medio natural que nos rodea. Ante todo, amo la montaña, es mi vida, mi pasión y gracias a la competición, llevo esa pasión mas allá día a día. Pasar de estar sentada en una silla de ruedas a subirte en una tabla y competir es algo que llevo dentro cada día, algo que me recuerda que si la vida te golpea, debes hacer todo lo posible para seguir avanzando, como sea.
Dicen que ganar una medalla olímpica supone el momento mas alto para un deportista…
«Para mi supone un antes y un después en mi vida y en mi carrera deportiva. Es un sueño que me invita a seguir soñando.
¿Quien suele estar contigo al entrenar?
«Siempre me muevo con mi entrenador y mi preparador físico, somos un equipo (se levanta y tras hacer una señal a dos personas que permanecen cerca, me los presenta, muy amables por cierto).
¿Cómo podrías definir a Les Angles?
«Es mas que una estación de esquí. Es un pueblo precioso, una estación cercana, única. Como un hogar.
A nivel deportivo, ¿qué retos te marcas?
«Para mi, actualmente lo mas importante es seguir cubriendo dos objetivos: estar en forma y mantener la concentración. Participar en los Juegos Olímpicos, en Sochi ha significado para mi una experiencia única, marca un momento de inflexión en mi vida y me exige estar al mismo nivel que cualquier deporte, sea paralímpico o no. Socialmente soy una persona minusválida, pero quienes sufrimos este tipo de enfermedades, debemos seguir avanzando, luchar para superar. Soy como soy y estoy como estoy, esta es mi singularidad; de este problema saco un motivo para no perder la fuerza.
Hoy en día no existe una cura para la esclerosis múltiple, se aprende a vivir. 80.000 personas se ven afectadas en Francia y 2,3 millones en el mundo.