La realidad virtual reduce el dolor fantasma que sufren los parapléjicos y crea la ilusión de que todavía pueden sentir sus piernas paralizadas, según una investigación de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EDFL) de Suiza, de la que se informa en un comunicado.
La paraplejia es una enfermedad por la cual la parte inferior del cuerpo queda paralizada y carece de funcionalidad. Normalmente es el resultado de una lesión medular o de una enfermedad congénita como la espina bífida. La realidad virtual (RV) es un entorno artificial de escenas u objetos de apariencia real creado mediante tecnologías informáticas.
Los resultados de esta investigación, que se publican en la revista Neurology, abren la vía a terapias inéditas para reducir los dolores crónicos que padecen los parapléjicos. Los parapléjicos sufren no sólo porque no sienten sus piernas, sino también por dolores neuropáticos debido a la lesión sufrida en la médula espinal. En esta situación, el paciente siente el dolor como si procediera de sus piernas, cuando en realidad no hay sensibilidad alguna por debajo de la cintura. La sensación de dolor es real y resistente a los medicamentos.
Uno de cada tres lesionados medulares sufre dolor neuropático, según los expertos. Pero no se trata de un problema de médula, sino de cerebro. Este estudio demuestra por primera vez que el dolor fantasma de los parapléjicos puede reducirse creando en el paciente una ilusión corporal mediante la realidad virtual, informa Tendencias 21.
El tacto, la clave
Los investigadores provocaron en un paciente la ilusión de que alguien les estaba golpeando suavemente las piernas, cuando en realidad estaba recibiendo algunos golpes en la espalda, por encima de la lesión que había sufrido en la médula espinal, explica Olaf Blanke, autor principal del estudio. Al mismo tiempo, los pacientes declararon que sus dolores habían disminuido.
La realidad virtual emerge así como la clave para aliviar estos dolores fantasmas y la solución pasa por recuperar el sentido del tacto, destacan los investigadores.
Durante la investigación, los científicos golpearon los hombros de un paciente. Sin embargo, el parapléjico tenía la ilusión de que esos golpes procedían de sus piernas paralizadas porque al mismo tiempo recibía un estímulo visual de falsas piernas que eran golpeadas a la vez que los hombros. El estímulo visual lo recibía a través de un casco de realidad virtual, que le permitía ver las piernas de forma virtual, como si fueran sus piernas físicas.
La instalación experimental consiste en un par de piernas de maniquí, una cámara, gafas de realidad virtual y dos bastones. Las piernas de maniquí se filman con la cámara. El vídeo es transmitido en tiempo real a las gafas de realidad virtual que tiene puestas el paciente parapléjico.
Ilusión óptica y táctil
Gracias a este mecanismo, el sujeto ve las piernas del maniquí desde arriba, como si estuviera mirando sus propias piernas. Paralelamente, los científicos le golpean los hombros con un bastón, al mismo tiempo que golpean las piernas del maniquí. Resultado: el paciente ve que le están golpeando sus piernas y así lo siente.
El paciente recibe en realidad dos estímulos, uno táctil sobre la espalda, el otro visual por el dispositivo de realidad virtual. Y aunque sabe que está recibiendo golpes en la espalda, comienza a tener la sensación de que los golpes proceden de sus piernas insensibles.
La ilusión se concreta después de un minuto de golpes simultáneos en la espalda y las piernas del maniquí. Según Blanke, el golpeteo sobre la espalda se transfiere a las piernas porque el estímulo visual domina sobre el táctil. El efecto terapéutico se ha conseguido.
Esta investigación amplía los límites de cómo se puede utilizar la realidad virtual para implementar estímulos contradictorios, con la finalidad de manipular al cerebro en su forma de percibir el cuerpo, por motivos terapéuticos.
Sobre la base de estos descubrimientos, los investigadores están desarrollando una tecnología de realidad virtual que automatiza los estímulos visuales y táctiles. De esta forma, los pacientes con una lesión en su médula espinal o con dolores crónicos podrán usarla tranquilamente en sus respectivas casas.