Frédéric Weis llegó a España tres meses más tarde, tras un brevísimo paso por el PAOK. Jugó tres años y medio en el Unicaja y en 2004 fichó por el Bilbao Basket. Durante las primeras temporadas el inmenso pívot galo fue uno de los pilares sobre los que el cuadro vasco consiguió asentarse en la ACB. Después llegarían los problemas personales, el alcohol, el sobrepeso y una salida por la puerta de atrás en 2009, un año después del intento de suicidio en Biarritz. Tras unos meses en el ViveMenorca, regresó al Limoges para retirarse.Weis, que cuando confesó su tragedia en el ‘New York Times’ regentaba un quiosco en Francia, ahora es comentarista de la televisión gala, y durante la visita del Limoges a la capital vizcaína esta semana recibió un homenaje en la que llama su «segunda casa». «Debo pedir perdón a la afición y a Txus Vidorreta por lo que pasó al final conmigo», se sinceró el pívot francés, que recibió el calor de la afición de Miribilla. Ya durante el duelo, que perdió el Bilbao Basket, Dejan Todorovic despegó al contraataque para hundirla con violencia sobre un jugador del Limoges que, por supuesto, solo podía apellidarse Carter.
Frédéric Weis llegó a España tres meses más tarde, tras un brevísimo paso por el PAOK. Jugó tres años y medio en el Unicaja y en 2004 fichó por el Bilbao Basket. Durante las primeras temporadas el inmenso pívot galo fue uno de los pilares sobre los que el cuadro vasco consiguió asentarse en la ACB. Después llegarían los problemas personales, el alcohol, el sobrepeso y una salida por la puerta de atrás en 2009, un año después del intento de suicidio en Biarritz. Tras unos meses en el ViveMenorca, regresó al Limoges para retirarse.Weis, que cuando confesó su tragedia en el ‘New York Times’ regentaba un quiosco en Francia, ahora es comentarista de la televisión gala, y durante la visita del Limoges a la capital vizcaína esta semana recibió un homenaje en la que llama su «segunda casa». «Debo pedir perdón a la afición y a Txus Vidorreta por lo que pasó al final conmigo», se sinceró el pívot francés, que recibió el calor de la afición de Miribilla. Ya durante el duelo, que perdió el Bilbao Basket, Dejan Todorovic despegó al contraataque para hundirla con violencia sobre un jugador del Limoges que, por supuesto, solo podía apellidarse Carter.
El delantero que se rehízo tras un intento de suicidio
