Sólo una semana antes de que Marc Márquez, Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y compañía asalten el Red Bull Ring, el trazado austriaco acogió este pasado fin de semana la tercera edición de la Dream World Bridgestone Cup, el único campeonato de motociclismo con carácter internacional dedicado a pilotos con algún tipo de discapacidad física.
Entre los inscritos a este campeonato se encontraba Alex Cruz, un piloto español con mucha experiencia en circuito que no lo dudó a la hora de subir su Kawasaki Ninja al remolque para plantarse en el Red Bull Ring y medirse con los mejores pilotos discapacitados del mundo.
La historia de Alex comienza en 2001, cuando un desgraciado accidente en moto termina con la amputación de su pie derecho, sufriendo además lesiones importantes en el izquierdo. «Un coche cochó conmigo en la carretera y yo fui deslizando hasta unas columnas tipo guardarrail», explica Alex. «Lo más grave es que los dos pies se desprendieron de mí, y sólo pudieron salvarme uno. Antes del accidente utilizaba la moto por la calle, solo había hecho tres tandas en Montmeló».
A pesar de haber perdido un pie y de haber quedado con graves secuelas en el otro, Alex no se rindió y no tardó en subirse de nuevo a su moto. Fue en este momento cuando sus ganas de correr y de medirse a otros rivales le animaron a apuntarse a varios campeonatos nacionales, aunque primero tuvo que convencer a su familia: «Mi afición como piloto me vino cuando ya tenía los problemas en las piernas, quería vivir lo más cercano al mundial de MotoGP y decidí trabajar en el circuito, estaba en las carreras como comisario deportivo en Montmeló y conociendo a mi ídolo Sete Gibernau, quería hacer algo parecido a él. Mi familia no me apoyaba con el tema motos, pero era algo que tengo muy dentro y he luchado mucho por conseguirlo».
La trayectoria deportiva de Alex Cruz es envidiable. Ha disputado hasta en tres ocasiones el Campeonato Rodi en Alcarrás, Castellolí y Montmeló, ha disputado el Andaluz de Velocidad en Jerez, el Open EasyRace en Estoril, el Manchego de Velocidad en Cheste, Aragón y Albacete, y ha llegado a correr varias pruebas de la Copa de España de Velocidad en Cheste, Motorland y Albacete.
Incluso con su discapacidad, Alex ha sido capaz de subir al podio en más de una ocasión, con una moto que es exactamente igual a la de cualquier otro piloto, sin ninguna modificación especial a pesar de no poder utilizar el pie derecho: «El freno trasero he estado mas de diez años sin utilizarlo. Lo bloqueaba para no tocarlo sin querer ya que no tengo sensibilidad. Las estriberas le pongo distintos tipos de cosas antideslizantes. La palanca de cambio la muevo con el pie bloqueado y articulando la rodilla».
Sin embargo, de cara a su primer desafío internacional en el Red Bull Ring, Alex ha tenido que modificar su moto con una maneta adicional para controlar el freno trasero. «Ahora tengo maneta de freno supletoria en el manillar izquierdo de una X-max 250», explica, «lo he puesto porque me obligan en este campeonato donde sí conocen toda mi discapacidad. Pero todavía no lo utilizo».
Gran parte de la culpa de que Alex haya viajado hasta el Red Bull Ring es de su pareja, que siempre le ha animado a la hora de enfrentarse a cualquier proyecto de esta índole. «Mi chica es la que me motiva continuamente», cuenta Alex. «Cuando a través de las redes sociales me enteré de esta carrera, se lo comenté y me dijo que si quería correr. Le dije que era muy lejos y ella me dijo que como teníamos vacaciones, que no había problema. Le dije que no podría pagar tanta gasolina y ella me dijo que se encargaba de pagar el viaje».
Para Alex, la Dream World Bridgestone Cup era su primera gran prueba de carácter internacional, y la primera ocasión de medirse a otros pilotos con discapacidad. «Estudié a mis rivales y sabía que podía conseguir un buen resultado si no habían mas complicaciones de la cuenta».
Tras clasificarse sexto en el qualifying general -haciendo la pole en Supersport-, Alex salió a la carrera con un objetivo claro: ser la 600 más rápida y conseguir la victoria en su categoría. Lamentablemente, un problema en el cambió le obligó a disputar gran parte de la carrera en la misma marcha (tercera), consiguiendo finalmente la segunda posición del podio en Supersport.
«Me costaba mucho cambiar las marchas y en la tercera vuelta se ha roto la palanca del cambio y he continuado todo el rato con la tercera marcha hasta acabar la carrera. La he roto por darle muy fuerte a la palanca, debido a que no cambiaba de marchas porque lo que estaba bloqueado era el selector del cambio y por eso no podía subir o bajar marcha. Suerte que este circuito tiene las rectas muy cortas y unas cuantas curvas tercera. Esforzándome en las curvas sólo han conseguido adelantarme unos cuantos, la mayoría de 1000 cc», explica el piloto de Sabadell.
Antes de viajar hasta el el Red Bull Ring, Alex tuvo ocasión de conocer el trazado gracias a la Playstation. Asegura que «el circuito es prácticamente igual al juego de MotoGP 2016 de la Play4, con peraltes a favor y en contra, apreciación del desnivel, compensación del peso delantero o trasero del piloto, a parte de la trazada y saber cuándo y hasta cuándo frenar o acelerar. He conseguido ir rápido desde el principio porque para mí, hoy en día sí son simuladores reales estas nuevas creaciones. Los grandes pilotos ya saben esto, pero los nuevos o no tan experimentados pilotos deberían de probar los simuladores».
Con este podio en Austria y sus innumerables participaciones en campeonatos naciones, Alex ha demostrado que un piloto con discapacidad puede ir muy rápido sobre una moto. Por eso reclama más ayudas a la federación española para pilotos de su condición: «En España no existen campeonatos de discapacitados, no discriminan pero tampoco ayudan, lo que sí que he recibido es apoyo moral por parte de alguno de la federación».
Y pone el ejemplo de otros países: «Hace años, en Francia, un piloto discapacitado era considerado como un delincuente y en Italia le ponían impedimentos. Los pilotos de esos países han luchado mucho para conseguir que todo sea diferente y ahora incluso la federación francesa paga el viaje y la estancia a los pilotos discapacitados que quieran competir en el extranjero».
Alex Cruz, la amputación de un pie no termina con su carrera en las motos
