Mario Götze sigue gafado. Tras unos meses en el dique seco por culpa de un trastorno metabólico de difícil diagnóstico que le hacía engordar pese a su actividad física y dieta, el jugador alemán ha regresado a los terrenos de juego esta temporada, pero sin poder rendir al nivel adecuado.
El miércoles jugó más de veinte minutos en el Tottenham-Borussia de Champions (sustituyó a Kagawa en el 66′) y acabó el partido sangrando profusamente de la boca. 
El delantero había recibido un manotazo involuntario del belga Jan Verthongen y tuvo que abandonar el campo, pues al parecer se le había roto algún diente. Preguntado por su estado, el entrenador del Dortmund, Peter Bosz, desveló los problemas bucales de Gotze por el golpe recibido.
«Tiene problemas con sus dientes y ha de ir al médico. No pinta bien. No todos los dientes están en su lugar correspondiente. Me duele hasta hablar de ello», explicó el técnico holandés.
Después de haber sido titular en los primeros partidos de la Bundesliga, Götze es duda para el próximo que el Borussia debe disputar el domingo ante el Colonia en su estadio.
La enfermedad que no deja tranquilo a Mario Götze
