“Por dar un ejemplo, las personas que andamos en sillas de ruedas no podemos ingresar al mar”, contó Coco desde su casa en Mar del Plata donde trabaja como zapatero cuando no está entrenando.
“Es una travesía que intenta concientizar sobre las dificultades. En ningún balneario del país se lo tiene en cuenta, por eso la idea es que se pongan a diseñar lugares turísticos disponibles para todos. La idea es la superación de las barreas en todos lados”, expresó Aníbal quien se mostró contento de poder visitar la tierra roja.
En esta nueva travesía (la sexta de Urbano), los atletas iniciarán a nivel nacional un emprendimiento deportivo, de permanencia y riesgo, cuyo eje principal apunta a generar conciencia, de la necesidad de integración de la persona con discapacidad, a una sociedad más justa.
La experiencia consiste en recorrer en silla de ruedas un trayecto de 2.200 kilómetros de rutas argentinas, llevando a más de 60 ciudades y pueblos de Argentina, un mensaje de integración, paz y amistad, “que refuerce vínculos y muestre un compromiso en una causa social que tiene que ver con nuestros derechos humanos: la igualdad de oportunidades para todos”, sostuvo.
Dicho recorrido se efectuara en septiembre y durará todo un mes. Confían poder trazar un camino de 100 kilómetros diarios. En cada localidad a la que lleguen dentro del plan de ruta, Urbano y Camelo ofrecerán una charla con la intención de motivar a la gente para que sigan con entusiasmo, tanto los proyectos personales, como aquellos que tienen que ver con el bienestar social.
“Queremos difundir el conocimiento y el espíritu del deporte en silla de ruedes. Incentivar a las personas con discapacidad a que se adhieran a la práctica deportiva, disfrutando de sus beneficios físicos, mentales y espirituales”, indicó.
Por otro lado, invitarán a los atletas locales a acompañar la travesía o parte del recorrido en ruta, para que participen en esta suma de voluntades, defendiendo la integración y los derechos humanos.
“La integración social está garantizada por la justicia de la ley. Pero la implementación en la cotidiana realidad no debe ser a través de la caridad estatal, sino de la conciencia pública. En algunos lugares se ha logrado concientizar, en otros nada y en otros mas o menos. Las dificultades en general siguen existiendo. Es un trabajo muy lento”, lamentó.
En sillas de rueda de carreras
“Es también una travesía motivacional, para emprender una vida más sana, o superarse, para que quienes han tenido un accidente. El desafío debe estar resaltado en el esfuerzo, la tenacidad, las ganas, el trabajo y las expectativas de poder llegar como medio para triunfar en el logro de lo que nos proponemos, de lo que deseamos, de lo que soñamos”.
“Todo empezó en el año ‘87 con mi primer travesía en la que uní Mar del Plata (Argentina) con Porto Alegre (Brasil) en sillas de ruedas. Fue de una forma muy precaria, y desde ahí se armó una forma de trabajar con otros amigos que eras corredores y salió lo de las travesías de la integración. Ahora dispongo de una silla de carreras ultraliviana”, resumió Coco sobre su historia y ejemplo de esfuerzo.
“Para esto es nuestra propuesta y por ende, es de vital importancia el apoyo de la comunidad y sus organismos”, pidió el atleta.