Alberto Abarza es un destacado deportista nacional. Hace poco, el nadador paralímpico se colgó cuatro medallas de oro en el World Series de Berlín y no solo eso, ya que gracias a esos logros escaló al número uno del ránking mundial.
El nacional se impuso en los 200 metros, 50 metros, 100 metros espalda y 50 metros espalda freestyle, y como si fuera poco, registró cuatro récords parapanamericanos en 2017.
Pero nada ha sido fácil para este deportista. Al comienzo debió luchar contra el escaso apoyo. Sus padres se endeudaron por apoyarlo en su carrera como nadador. “Luego de entrenar no había ni para un desayuno”, dijo.
A continuación su pasado, presente y futuro en entrevista con BioBioChile.
¿Cómo es un día en la vida de Alberto Abarza?
Me levanto a las 4 de la mañana para realizar mi entrenamiento de agua en la piscina del Estadio Nacional. Termino a las 09:00 horas y luego me voy al gimnasio del Centro de Alto Rendimiento. Posteriormente voy a mi lugar de trabajo.
Terminada mi jornada laboral regreso para realizar mi entrenamiento de agua de la tarde. Termino ahí y luego voy a ver a mi hija. La ayudo con sus tareas y finalmente voy a mi casa a descansar.
¿Cómo lo haces para compatibilizar tu trabajo con el deporte? Y más encima para lograr tan importantes resultados.
Primero, el trabajo es al que le debo mucho. Me dan todos los permisos, el entrenar en la mañana y tarde, no te lo dan en cualquier trabajo. Tengo un respaldo en ese sentido, me puedo dedicar al deporte sin miedo a que me vayan a echar.
Lo otro el amor de mi hija, eso es lo más grande. El deporte lo disfruto día a día pero primero debo responder como papá. Siempre digo: las medallas y los primeros lugares se cuelgan, pero la gente linda, el apoyo de mi trabajo, eso no se olvida.
Un día esto se acabará y pienso que el deporte me ha entregado cosas maravillosas, pero sobre todo aprendí a disfrutarlo, a reír si me va bien o mal, sin presiones, porque el deporte es felicidad.
¿Te imaginaste alguna vez en convertirte en el número uno mundial de la natación paralímpica?
No.
¿Por qué?
Mi ambición era otra. En el camino se consiguió gracias a dios. Siempre voy paso a paso. Quería ganar a mí mismo, no derrotar a otros. Pienso dejarle a mi hija que no importa ganar, sino que aprender, disfrutar si tienes eso. Lo demás saldrá solo, con respeto, perseverancia.
Con los cuatro récord panamericanos de este año es lo mismo, no los esperaba, pero si trabajé para mejorar.
¿Cómo valoras tu participación en el World Series de Berlín y esas cuatro medallas de oro?
El nivel del campeonato fue altísimo. Estaban los mejores en Berlín. Hice mi cuarto récord de este año y los otros tres fueron en Brasil. En lo personal me gustó mucho más la de Sao Paulo, en abril. No valoro 100% mi actuación, me faltaron cosas muy importantes, fundamentales.
Tengo que ser realista, se lograron 4 medallas pero no me gane a mí mismo. No fui con mi entrenador. Influyeron cosas, detalles, pero los detalles hacen la diferencia.
Las cuatro medallas las valoro muchísimo, es el fruto de lo trabajado, de dejar vacaciones, familia, estar dispuesto a hacer cosas que otros no hacen. De entrenar con frío.
¿Es difícil ser un deportista hoy en día en Chile?
Si, muy difícil. Hablo por la natación. Partiendo, el apoyo llega cuando lograste una medalla, por eso tenemos pocos deportistas. Es como los estudios, solo algunos pueden.
Yo tuve la fortuna de estar en la Teletón, pero para formar hay que tener dinero. El ticket para una piscina hoy sale aproximadamente 7 mil pesos, entrar a un club 70 mil y un short de competencia 250 mil.
¿Cómo lo hiciste tú entonces? ¿Tuviste que poner de tu bolsillo?
Al principio me levantaba de madrugada para tomar la micro y el metro. Luego de entrenar no había ni para un desayuno. Ahora tengo beca, de todo.
Al comienzo costó. Mi papá se endeudó en un short en 12 cuotas. Con los lentes pasó lo mismo. Pero les pasa a todos. Por un lado eso te da fuerzas, de que si lo haces tienes que ser el mejor.
¿No te parece irónico entonces que tras conseguir ese tremendo logro en Berlín seas invitado a La Moneda para ser reconocido? Siendo que en tu formación el apoyo fue escaso.
Creo que lo que hay que cambiar es que esto sea para todos, accesible. En parte el Comité Paralímpico me ayudó, y lo pudo hacer porque la ley cambió. Nos dieron un Proddar (Programa de Becas para Deportistas de Alto Rendimiento) por logros. El gobierno está haciendo las cosas, vamos de a poco. Pero antes no había nada. Hay que agradecer lo que tenemos.
¿Cuáles son tus planes para este año?
Me estoy preparando para el Mundial paralímpico de natación en México. Espero mejorar mi marca para quedar entre los primeros cinco. Será un lindo torneo.
Ha sido un año movido. Para el próximo año quiero ir a luchar por el oro sudamericano y en los panamericanos de Perú igual. La meta es llegar a Tokio 2020 y realizar los mejores juegos de la natación. Haré todo para clasificar a esos eventos.