Jermaine Defoe no pudo contener las lágrimas cuando, durante su presentación como nuevo jugador del Bournemouth, le preguntaron por su pequeño amigo Bradley Lowery.
Brad, de seis años, se encuentra en la fase terminal de un neuroblastoma, un cáncer que afecta especialmente a los niños. Hace unos meses, cuando militaba aún en el Sunderland, su anterior equipo, Defoe se enteró de su caso y le fue a visitar al hospital.
Desde entonces se forjó una amistad entrañable entre el futbolista y el seguidor de los Black Cats que ha conmovido al mundo entero por su extraordinaria sensibilidad.
El futbolista que se va en lágrimas por niño con cáncer terminal
