La historia de los Juegos Olímpicos resulta realmente excitante e interesante. Los valores y el espíritu competitivo que consiguen transmitir han evolucionado a pesar de los distintos cambios que ha sufrido el evento a lo largo de su historia.
Sin embargo, en ella no había prácticamente lugar para los discapacitados, que siempre fueron vistos como personas inválidas para la práctica deportiva, entre muchas otras cosas.
Sólo unos pocos pudieron competir en los Juegos Olímpicos, a principios del siglo XX, antes de la creación de los Juegos Paralímpicos. Sin embargo, afortunadamente, se ha cambiado la concepción que se tenía sobre las personas discapacitadas, dándoles muchos más valores y viendo realmente su gran talento, incluso para el deporte.
Es por esto que, a mediados del siglo XX se decidió integrar a todas las personas discapacitadas en un evento llamado Paralimpiadas o Juegos Paralímpicos. La palabra Paralímpico procede del griego y significa “aquello que se hace en paralelo a la olimpiada”.
Los primeros Juegos Paralímpicos oficiales se realizaron en el año 1960, en Roma y comenzaron seis días después de terminar los Juegos Olímpicos, en el mismo lugar. Se celebraron desde el 19 al 24 de Septiembre de 1960 y contaron con la participación de 400 deportistas, que se destacaban en diferentes deportes: atletismo, baloncesto en silla de ruedas, tiro con arco, natación, tenis de mesa y esgrima.
Antes de la celebración de la primera edición de los Juegos Paralímpicos, en el año 1960, se dieron distintos antecedentes que demostraron que los deportistas discapacitados debían tener un lugar en tal acontecimiento deportivo como son las Olimpiadas. Uno de los antecedentes más claros fue la participación de distintos atletas que, a pesar de padecer alguna discapacidad (ya sea física o mental) consiguieron llegar a competir por sus respectivos países, participando de los Juegos Olímpicos. El primero fue George Eyser, un gimnasta nacido en Köln, Alemania, pero afincado en Estados Unidos, quien compitió para el país americano ganando seis medallas a pesar de disponer de una pierna artificial de la época. Los húngaros, Karoly Takacs y Olivér Halassy también compitieron en Olimpiadas siendo discapacitados. El primero participó en tiro para su país en Londres 1948 y en Helsinki 1952, consiguiendo un oro en cada una de las ediciones en las que participó, a pesar de faltarle el brazo derecho. Olivér estuvo en Amsterdam 1928, Los Angeles 1932 y Berlin 1936, consiguiendo una plata y dos oros respectivamente. Lis Hartel compitió en equitación para su país, Dinamarca, a pesar de tener parálisis de rodillas para abajo a causa de una poliomielitis sufrida.
Fue a partir de estos sucesos que se dio la oportunidad a esas personas, que hasta el momento estaban olvidadas o dejadas de lado, al menos en lo que concierne al deporte.
Numerosos son los deportes paralímpicos que se desarrollan en la actualidad. En los últimos Juegos Paralímpicos de Londres 2012 se practicó baloncesto, bocha, ciclismo, judo, natación, esgrima, fútbol 7, rugby, tenis, tenis de mesa, tiro con arco, tiro olímpico, voleibol y vela.
LOS JUEGOS PARALÍMPICOS, UNA FORMA DE INCLUSIÓN DEPORTIVA
