John ‘Hot Rod’ Williams, uno de los jugadores más conocidos de la década de los 90, ha fallecido este viernes en un hospital de Baton Rouge (Louisiana, Estados Unidos) por culpa de un virulento cáncer de próstata que se le manifestó hace sólo seis meses. Tenía 53 años y pasó a la historia por firmar en 1990 un estratosférico contrato que le convirtió en el jugador mejor pagado de la NBA y en el segundo deportista mejor pagado de Estados Unidos tras el jugador de béisbol José Canseco.
Williams era un buen jugador, un 4-5 que fue incluido en el quinteto de rookies de la NBA en su temporada de debut en Cleveland (la 86-87) tras promediar 14,6 puntos, 7,9 rebotes y 2,1 tapones. De titular fue desplazado a sexto hombre pero sus números se mantuvieron y se convirtió en agente libre restringido en el verano de 1990. Williams, que en la anterior campaña había cobrado 700.000 dólares, fue rechazando cada una de las ofertas de renovación que le presentaron los Cavaliers hasta que aparecieron en escena los Miami Heat, que le pusieron delante un mareante contrato de 26,5 millones por siete años.
El general manager de los Cavaliers, Wayne Embry, consideraba a Williams una pieza clave e igualó la oferta, que reportaría al jugador una media de 3,7 millones de dólares por temporada, una barbaridad en aquella época. Williams, además, se llevó en el momento de firmar una bonificación de 4 millones, que unidos al millón del primer año le dejaron una ficha de 5 millones esa temporada, la más alta de toda la NBA por delante de las de Patrick Ewing (4,2 millones) y Hakeem Olajuwon (4). Sólo el jugador de béisbol José Canseco, con 5,5 millones al año, cobraría más que ‘Hot Rod’ esa campaña.
Williams nunca respondería a ese salario, aunque cubriría una digna carrera en la NBA. Pasó 9 años en Cleveland y también jugaría en Phoenix y Dallas. “Es desvastador”, ha dicho Embry al conocer la noticia. “Era un duro trabajador y un gran jugador, pero me gustaba más como persona que como jugador de baloncesto”, ha añadido.
La muerte de Williams se suma a la larga lista de fallecimientos de los últimos dos años entre ex pívots de la NBA, una circunstancia que ha despertado suspicacias.