Las artes marciales mixtas son uno de los deportes más duros y violentos del mundo. Es habitual que los luchadores acaben los combates ensangrentados y con diversos moratones por todo el cuerpo. Pero este deporte esconde otra cara, todavía más dura, que se produce en los días previos al pesaje. Algunos utilizan peligrosos métodos para adelgazar repentinamente, llegando a perder 7 kilos en un día, para poder dar con el peso adecuado para luchar.
El luchador de UFC, Dean Garnett, protagonizó hace unas semanas un reportaje de la BBC donde mostró el peligroso régimen que siguió para perder peso de forma rápida, un programa que tuvo gran impacto entre el mundo de la MMA. El deportista británico tenía como objetivo pasar el corte de peso para participar en una categoría determinada, por lo que se puso manos a la obra con un peligroso método.
Así, Garnett, días antes dejó fuera de su dieta el consumo de carbohidratos para que el cuerpo perdiera glucógeno acumulado. Durante varios días ingirió entre 9 y 12 litros de agua diarios hasta el día antes del pesaje, una jornada que se dedica solo a perder peso. En las últimas 24 horas el luchador deja de ingerir alimentos y líquidos, dedica largos ratos a la sauna para estimular la transpiración y se envuelve con sábanas y toallas para sudar más.
Una peligrosa dieta que puede ser mortal
Los peligros a los que se someten los luchadores para tratar de dar el peso en la báscula han vuelto a generar debate tras la muerte de un luchador de muay thai, el escocés Jordan Coe, que intentó perder tres kilos en un día con un duro entrenamiento. En 2013, el luchador Leandro Souza falleció de un infarto cuando se encontraba en un sauna para bajar 15 kilos en una semana.
Hace unos días también fue sonado el caso de Daniel Cormier, un luchador de UFC que para dar el peso consiguió adelgazar medio kilo en sólo dos minutos.
El peligroso régimen de los luchadores de la UFC, que pierden 16 libras en un día
