El número 1 del mundo, Dustin Johnson, no salió finalmente a jugar la primera vuelta del Masters de Augusta tras el fuerte golpe que sufrió el miércoles en la espalda. El estadounidense se cayó por unas escaleras en la casa que tiene alquilada, cerca del Augusta National, y tuvo que guardar reposo durante toda la noche y recibir sesiones de fisioterapia para recuperarse.
Poco después de las 18.30 de este jueves, hora española, Johnson hacía acto de presencia en las instalaciones del Augusta National Golf Club. Y minutos antes de la hora fijada para el comienzo de su partido, junto a Bubba Watson y Jimmy Walker (20 horas), salió a calentar al campo de prácticas y pegar algunas bolas para probarse.
Tras un primer amago de retirarse, volvió a la casa club para ser revisado por los fisioterapeutas, y luego regresó al campo de prácticas para seguir pegando bolas. Tras una extraña discusión con Fred Ridley, miembro de la organización, Dustin decidió salir a jugar el Masters y probarse en la competición. Pero lo cierto es que DJ, al final, muy mermado, no se presentó en el tee del uno.
DJ resbaló junto su hijo Tatum. ”Sufrió una caída grave y está descansando, aunque con bastante incomodidad. Espera poder jugar mañana”, había anunciado David Winkle, el agente del nº1.
Johnson, nada más confirmarse su retirada del torneo, explicó así lo ocurrido: “Iba en calcetines, bajando la escalera y me resbalé. Caí completamente con el lado izquierdo. Tengo el codo hinchado y magullado, aunque eso no me importa. Pero en la zona baja de la espalda, por el costado izquierdo, tuve que tratarme de inmediato. Mi hermano me ayudó a levantarme, estuve luego tumbado, me pusieron hielo…”.
”Tuve tratamiento en la zona por la noche y esta mañana. Y he estado intentando pegar unas bolas. Pero mi swing estaba al 70% como máximo y con dolor. El backswing estaba bien, pero el problema estaba en el momento del golpeo. Me di cuenta de que no estaba listo para competir”, explicó luego. Pese a todo, Dustin decidió hacer el camino hacia el tee del 1: “Mi corazón me decía que tenía que jugar. Pero pensé que no iba a tener ni una sola oportunidad”.
”Esto es algo increíblemente difícil de asumir. Este es uno de mis torneos favoritos del año. Siento además que estaba jugando el mejor golf de mi carrera ahora mismo, estoy muy fastidiado. Me siento muy triste, pero ha sido un accidente extraño. Quería jugar, pero no iba a ser capaz de competir. Pero lo peor de todo es que siento que en un par de días estaré perfectamente. Pero ahora mismo, no puedo hacer el swing”, relató.
Cuando se supo su baja, varios grupos de la mañana habían concluido la primera ronda, los americanos Henley y Chappell eran líderes en la casa-club con 71 golpes, uno bajo par (estaba soplando mucho viento) y los líderes en cabeza era Fowler, Rose y Pieters, con -2.