Dar el peso justo en la báscula para poder afrontar un combate se ha convertido en un objetivo que puede poner en peligro la vida de muchos luchadores de las Artes Marciales Mixtas (MMA). Y es que, el proceso para obtener una rápida pérdida de peso, llamado ‘weight cut’, puede acarrear graves problemas de salud para los peleadores, que someten su cuerpo a entrenamientos y técnicas muy arriesgadas.
Un problema que ha vuelto a poner sobre la mesa la muerte del joven Jordan Coe. Este luchador escocés de muay thai, de tan solo 20 años, tenía un combate pactado a 61 kilos contra el camboyano Khon Bola.
El inconveniente para Coe, que utilizaba el nombre de Jordan Lamnammoon, fue que en el pesaje dio un peso de 64 kilos, tres por encima de lo acordado. En su intento desesperado por bajar esos tres kilos, Jordan se autoimpuso un durísimo entrenamiento que acabó con su vida.
Al joven luchador lo encontraron sin vida en las calles de Tailandia, donde vivía desde hace años para cumplir su sueño de convertirse en luchador profesional de muay thai. Tras durísimas sesiones de entrenamiento, había salido a correr con un chándal grueso cuando el termómetro marcaba 36 grados. Una inconsciencia que terminó con su vida.
La muerte de Coe ha causado una enorme conmoción en su Escocia natal. Su anterior entrenador, Craig Flohan, ha empezado una campaña de crowdfunding para recaudar fondos para repatriar su cuerpo. Ya ha conseguido unos 16.000 euros, dinero suficiente para traer de vuelta el cuerpo del joven que soñó convertirse en una estrella del muay thai.
Muere luchador en arduo régimen para hacer el peso
